Popocatépetl e Iztaccíhuatl.
Con la actividad reciente del volcán las cenizas han estado a brote, formando figuras entre el viento y las nubes, incluso algunas imágenes se han hecho virales.
Cuenta la leyenda…. 😉#Popocatepetl #AmarilloFase3 ⚠️ pic.twitter.com/wW1bId5zRK
— Puebla es México 🇲🇽 (@PueblaEsMexico) May 23, 2023
Como fue el caso con esta imagen y es que algunos usuarios en las redes empezaron a compartirla diciendo que se parecía al Popocatépetl e Iztaccíhuatl, la leyenda de los amantes trágicos. ¿Pero cuál es la historia de estos dos volcanes?
Según la leyenda, Iztaccíhuatl era la princesa Tlaxcalteca más bonita que alguien pudiera ver, la cual se enamoró de Popocatépetl, un joven guerrero muy apuesto y fuerte.
Ambos se prometieron amor. Por ello Popocatépetl pidió la mano de la princesa al cacique de su pueblo, quien le dijo que se la daría, siempre y cuando él regresara con vida de la guerra.
Con esta promesa el guerrero se fue a la lucha contra sus enemigos, los aztecas. Iztaccíhuatl espero paciente a su llegada.
Pero esta historia no encontró tan pronto su final feliz pues un rival del guerrero Popocatépetl, celoso de la situación, le mintió a la princesa diciéndole que su amado había muerto en batalla.
El corazón de Iztaccíhuatl se rompió en mil pedazos y la tristeza la invadió por completo, la joven princesa dejó de comer y no hacía más que llorar. Sin saber que todo lo que le dijeron era falso, Iztaccíhuatl murió de tristeza.
La guerra terminó y los Tlaxcaltecas regresaron después de resultar victoriosos en la pelea. Popocatépetl estaba ansioso por ver a su amada y poder desposarla como le habían prometido.
Pero al llegar, el guerrero se enteró de la triste noticia. Iztaccíhuatl había muerto.
Destrozado por la situación Popocatépetl no durmió durante varias noches pensando cómo podría honrar el amor que ambos se tenían.
Fue así como decidió que construiría una gran tumba bajo el Sol. Juntó 10 cerros para crear una montaña y ahí poder recostar el cuerpo de su princesa, justo en la cima.
Una vez que colocó el cuerpo de Iztaccíhuatl, la beso una última vez y se arrodilló para velar el sueño eterno de su amada. Desde entonces permanecen uno frente al otro.
Con el tiempo la nieve los cubrió a los dos, convirtiéndolos en dos grandes volcanes que se hacen compañía siempre.
Y cada que el guerrero Popocatépetl se acuerda de su princesa Iztaccíhuatl, el corazón le arde y se enciende, prendiendo en fuego su antorcha que lanza fumarolas hacía el exterior.
Tal vez últimamente el guerrero Tlaxcalteca solo ha extrañado mucho a su amor y ha decidido honrarla con su fuego. Dejando pequeñas pruebas de lo que alguna vez fue su amor.