Hilary ha tocado tierra al mediodía de este sábado como tormenta tropical cerca de San Quintín, Baja California. La intensa tormenta ha comenzado a disiparse una vez que se ha introducido en la península de Baja California, sin embargo, la alerta por lluvias, inundaciones y deslaves continúa en la región. Hilary ha dejado ya estragos a su paso: al menos un hombre ha muerto en la comunidad de Santa Rosalía, en Baja California Sur, cuando su automóvil fue arrastrado por un arroyo provocado por las intensas lluvias en la región. El fenómeno meteorológico ha tocado una primera vez tierra durante la madrugada del domingo. A las 4.30 (hora del centro de México) el ojo del huracán ha avanzado sobre la costa de Punta Eugenia y ha cruzado las islas Natividad y Cedros, para después volver al mar, según ha informado el Servicio Meteorológico de México.

El ciclón se ha ido degradando en las últimas horas y ha pasado de alcanzar la categoría 4 en la escala Saffir-Simpson hasta reducirse una tormenta tropical mientras se acercaba a las costas de la península. Hilary presenta vientos de 110 kilómetros por hora y rachas de hasta 140 kilómetros por hora, además ha acelerado su paso con una velocidad de 41 kilómetros por hora.

 

El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos ha señalado que el paso de Hilary puede provocar lluvias “catastróficas” y “amenazantes” inundaciones en Baja California y el sur del Estado de California. Desde San Quintín, la tormenta subiría la península hasta alcanzar Ensenada, Rosarito y Tijuana, para después cruzar la frontera México-EE UU y llegar a San Diego. Hilary seguirá provocando fuertes lluvias en el sur del Estado de California, donde ya se ha emitido la primera alerta de tormenta tropical de la historia para esa región.

El Gobierno mexicano ha instalado 37 albergues en las principales ciudades de la península. El Ayuntamiento de Tijuana ha cerrado al público Playas de Tijuana, uno de los centros de esparcimiento más concurridos de la ciudad fronteriza. También se ha implementado el plan DN-III del Ejército mexicano que ha movilizado a 18.000 soldados para auxiliar a la población afectada por las intensas lluvias.

La temporada de huracanes en el Pacífico comienza en el mes de mayo de cada año —el 1 de junio de en el caso del Atlántico— y termina a finales de noviembre. Este año, arrancó con el ciclón Adrián y la tormenta tropical Bret: el primero se acercó a México por la zona del Pacífico, y el segundo por la del Atlántico. A ellos les siguieron otros fenómenos como el huracán Beatriz, que amenazaba a las costas del oeste mexicano con vientos de 120 kilómetros por hora y que terminó disipándose frente a las costas de Jalisco.