La alianza indígena de comunidades Chocholtecas-Mixtecas de Oaxaca, en el sur de México, ha convertido 22.000 hectáreas de suelo seco y erosionado en un bosque donde crecen 20 millones de árboles que subsisten en una de las regiones con mayor degradación y ausencia de lluvias del país.
En la carretera que comunica a las comunidades de San Cristóbal Suchixtlahuaca con San Miguel Tulancingo se aprecia el contraste: de un lado suelos pulverizados, rocas y pequeños arbustos, del otro un espeso verde de bosque de pinos, encinos, magueyes y piñones.
La ingeniera forestal Idalia Fabiola Lázaro López forma parte de esta alianza desde hace 14 años que defiende la importancia de los bosques.
El método de reforestación incluye la siembra de árboles, combinado con obras de suelo y la filtración de agua de lluvias.
“Los beneficios que vemos aquí es un beneficio no solamente para los que habitamos en esta zona o en estas en estas comunidades sino también para el planeta entero”, explicó la especialista, originaria de Nochixtlán, una de las comunidades que conforman la alianza.
LLAMAR A LAS NUBES
Otro pilar de esta agrupación de ambientalistas es el profesor Raúl Nieto Ángel de la Universidad Autónoma Chapingo, quien expone que las obras han logrado atraer a las lluvias.
“Estas hojas se convierten en suelo, eso es materia orgánica ahora, pero esto de forma paulatina, se va convirtiendo en suelo y es un suelo muy rico”, explica el ingeniero mixteco.
“Y esta lluvia es el reflejo del trabajo que se ha venido realizando durante mucho tiempo, más de 40 años en el que se ha venido restaurando esta región con árboles forestales”, agregó.
Las precipitaciones no han reverdecido esta zona erosionada de Oaxaca, sino que ahora pueden sembrar tomates en invernaderos y berros y manzanos a cielo abierto.
“Este es un ejemplo que en nuestras comunidades se pueden hacer cosas, esto nos genera empleo y que la gente no emigre de nuestras comunidades porque nos genera ingresos y para autoconsumo”, contó el presidente de la alianza y del comisariado de bienes comunales de San Miguel Tulancingo, Manuel Juárez.
La pérdida de los suelos en la región geográfica de la Mixteca de Oaxaca ocurrió en la época colonial, cuando miles de árboles sirvieron de combustible para obtener la cal utilizada para la construcción de los templos dominicos.
Su degradación se prolongó hasta ahora con el exceso de pastoreo en la zona.
La alianza indígena se conforma por 24 comunidades que planean reforestar 225 hectáreas del cerro de San Miguel Tulancingo con 161.000 árboles.