El director general del Ministerio de Salud de la Franja de Gaza, Munir al Bursh, comentó a la agencia turca Anadolu que desde el inicio de la tregua acordada entre Israel y Hamás el pasado viernes, no se ha suministrado «ni una sola gota de combustible» a los hospitales situados en el norte del enclave palestino.
El funcionario palestino afirmó que «el combustible que llegó a la ciudad de Gaza y a la gobernación del norte de la Franja de Gaza lo hizo en cantidades muy pequeñas», aclarando que este material había sido recibido por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA, por sus siglas en inglés) con el propósito de «operar pozos de agua dentro de los campos» de refugiados.
Por su parte, el alcalde de Gaza, Yahya al Sarraj, manifestó a la agencia catarí que están experimentando la «escasez de combustible» en el enclave palestino, por lo que no se puede «transportar los residuos al vertedero principal».
A su vez, Al Bursh indicó a Al Jazeera que ningún hospital se había salvado de los ataques que llevaron a cabo las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y confirmó que la cantidad de heridos transportados al cruce fronterizo de Rafa es muy baja, ya que no supera las 20 personas diarias.
Asimismo, detalló que al menos «dos importantes pozos de agua dejaron de funcionar» este lunes debido a la «falta de combustible». «Más de 700.000 ciudadanos de la ciudad de Gaza y del norte de la Franja de Gaza necesitan urgentemente agua, alimentos y combustible», sostuvo Al Sarraj.