En Colombia, el área de distribución del jaguar se ha reducido en 39 % del área original, una cifra que se suma a la batería de amenazas que enfrenta esta emblemática especie.

Los conflictos humanos, el tráfico ilegal y la crisis climática son algunas de los riesgos que afectan a estos animales, presentes en casi todo el territorio nacional; desde el Caribe y los bosques húmedos del Chocó, hasta la Cordillera de los Andes, la Orinoquía y la Amazonía, donde está presente en el 90 % de la región.

Con motivo del Día Internacional del Jaguar, que se conmemora este miércoles, organizaciones ambientales levantan una alerta por las condiciones de estos felinos, presentes en la mayoría de los países de América.

En los últimos 130 años, en México y en Colombia han perdido cerca del 40 % de su territorio, mientras que en Argentina, Paraguay o Bolivia se encuentran en situaciones críticas, alertó WWF Colombia este miércoles.

El crecimiento de la frontera agropecuaria, la minería, la explotación forestal, el tráfico ilegal, el conflicto con humanos y la crisis climática son algunas de las causas de que hayan desaparecido del 46 % de su territorio original.

El jaguar, que habita en casi todos los ecosistemas que están por debajo de los 2.000 metros sobre el nivel del mar, es una «especie sombrilla», ya que apoya diversas funciones para mantener la salud de los ecosistemas y de su conservación depende el bienestar de varias especies.

Para frenar su amenaza, organizaciones trabajan en el ‘Plan jaguar 2030’, que busca una cooperación internacional y fortalecer un corredor que asegure la conectividad de 30 paisajes prioritarios, desde México hasta Argentina, con el objetivo de garantizar la supervivencia de la especie.