América Latina está ante una «oportunidad única» para prevenir y acabar con el sida, enfermedad que causó la muerte de 27.000 personas y 110.000 nuevos contagios en 2022, señaló en una entrevista, la directora de Onusida para América Latina y el Caribe, Luisa Cabal.
«Creo que tenemos una oportunidad única, tenemos un compromiso político que se plasmó en la declaración política de 2021, que marca una ruta hacia el 2030 con una meta de poner fin al sida como desafío de salud pública», subrayó Cabal, que este miércoles inicia una misión oficial a Honduras, donde permanecerá hasta el viernes.
Para ello, la región cuenta con «todos los beneficios que la ciencia nos ha brindado no solo con respecto al tratamiento, sino con respecto a la prevención», señaló.
En 2022 Latinoamérica registró 110.000 nuevas infecciones, 27.000 personas fallecieron a causa del sida y 2,2 millones vivían con el virus, según datos del informe anual del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (Onusida), citados por Cabal.
La alta funcionaria de la ONU celebró que los fallecimientos a causa del sida bajaron un 32 % en Latinoamérica entre 2010 y 2022, aunque lamenta que las nuevas infecciones por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) en la región aumentaron un 8 % desde 2010.
«Hemos podido ampliar el acceso a antirretrovirales en nuestra región, pero también tenemos una crisis de prevención«, enfatizó, al tiempo que aseguró que la educación sexual integral, el uso del preservativo y la profilaxis preexposición (PreP) contribuyen a prevenir nuevas infecciones del VIH/sida.
Estigma deriva en diagnóstico tardío
El 93 % de las nuevas infecciones el año pasado correspondieron a hombres que tienen sexo con hombres, mujeres trans, trabajadora sexuales, personas que usan drogas o que están presas, precisó Cabal.
La estigmatización o el diagnóstico tardío siguen acechando a esta enfermedad, pero los avances hacen pensar que se puede «disminuir aún más» el número de fallecidos por sida en la región, subrayó la funcionaria.
Resaltó la importancia de que las personas tengan acceso a pruebas médicas y los autotest de detección de VIH/sida, así como a los servicios y tratamientos.
«Nuestra región aún tiene que hacer mucho más por incluir a las poblaciones que han sido dejadas atrás, hablamos también de esta crisis de exclusión, si invertimos más en campañas (..) para que las enfermeras, el personal de salud no estigmaticen por el VIH, habremos recorrido un importante camino», sostuvo Cabal.
Señaló que el «gran llamado» de la Agenda 2030 de Naciones Unidas es «no dejar a nadie atrás e incentivar un ambiente de inclusión, de no discriminación, y esto es fundamental para bajar las cifras de nuevas infecciones y que las personas afectadas puedan verdaderamente acceder a los servicios».
Más apoyo a las comunidades que trabajan en la prevención
Cabal agregó que no se puede «ser complaciente» con las cifras obtenidas y que se debe «estar más vigilante y poner más foco a las acciones» para acabar con el sida en la región.
En las últimas cuatro décadas, destacó, las comunidades han liderado la lucha por el acceso al tratamiento, al diagnóstico oportuno y al combate del estigma y la discriminación contra las personas con VIH/sida.
La directora de Onusida pidió apoyar «ahora más que nunca» con financiamiento las iniciativas de organizaciones lideradas por comunidades que trabajan en la prevención y el tratamiento del VIH/sida.
Instó además a los países a invertir más en el acceso de tratamiento entre las embarazadas para disminuir el número de transmisiones de VIH a niños, y «no dejar atrás» a la población de minorías étnicas.