El expresidente Donald Trump (2017-2021) reiteró su inocencia en el ultimo día del juicio en su contra en Nueva York, luego de que el juez que preside el caso, Arthur Engoron, le permitiera hablar pese a haber dicho el día anterior que se lo prohibía.

Tras un breve receso de 15 minutos en esta sesión de alegatos finales, los abogados de Trump pidieron de nuevo al juez permitir a su cliente que tomara la palabra, a lo que el juez accedió no sin antes advertir al exmandatario que debía limitarse al tema que se juzga.

Soy inocente“, afirmó Trump desde el micrófono de la mesa en que se sienta con sus abogados tras lo cual reiteró sus ataques contra la fiscal general del estado, Letitia James, que presentó los cargos de fraude contra él, sus dos hijos mayores y otros dos funcionarios de la Organización Trump.

“No hay un solo testigo en nuestra contra”, dijo Trump, sin levantarse de la silla, y reiteró que se trata “de una caza de brujas”, argumento que al inicio del proceso ya había utilizado su abogado Christopher Kise, que durante todo el proceso atacó a la fiscal James alegando que no ha presentado pruebas contra su cliente.

“Lo que pasó aquí, señor, es un fraude para mí”, insistió Trump, y argumentó razones políticas para ello: “Quieren asegurarse de que no vuelva a ganar y esto es en parte una interferencia electoral”.

Durante la primera parte de la audiencia, Kise argumentó que ninguna institución financiera ha emitido un informe de “mala conducta, actividad sospechosa o fraudulenta” contra su cliente y que no hay víctimas del supuesto fraude.

“En lugar de elogiar al presidente Trump como un exitoso empresario, tenemos una fiscal general persiguiéndolo”, dijo Kise ante una sala atestada de espectadores, por lo que hubo que habilitar una segunda sala para periodistas.

El juez consideró ya responsables de fraude, el principal cargo, a todos los acusado en un dictamen previo al juicio.

Kise, que elogió a su cliente, cuestionó la cantidad que según la Fiscalía del estado Trump y los demás acusados deben pagar de multa por el presunto fraude.

La Fiscalía inicialmente había pedido 250 millones pero hace una semana reclamó 370 millones, argumentando que Trump debería pagar más porque ha quedado demostrado en el juicio que obtuvo ganancias ilícitas, una cifra que según Kise es pura “especulación”.

La fiscal James ya obtuvo una primera victoria antes de comenzar el proceso, cuando Engoron dictaminó de manera sumaria que Trump y los otros acusados eran responsables de fraude continuado en la Organización Trump y emitió una orden de cancelación de sus licencias de negocio, que estos han intentado frenar alegando que no es lo bastante clara.

Al finalizar sus argumentos previos al primer receso del día, Kise dijo a Engoron: “Esta decisión no se trata solo del presidente Trump: lo que usted haga, señor juez, impacta a todas las corporaciones de Nueva York”.

El expresidente se enfrenta, además de la multa, a un veto de por vida en el sector inmobiliario del estado.