Irán y Pakistán, dos potencias armamentísticas vecinas, atacaron objetivos específicos a cada lado de sus fronteras, provocando preocupación internacional

El intercambio iraní-pakistaní se desató el pasado martes, cuando Irán atacó localizaciones vinculadas a un grupo militante en la provincia de Baluchistán, en el occidente de Pakistán. Irán insistió en que su objetivo no eran ciudadanos pakistaníes, sino solo Jaish al Adl, un grupo sunita étnico baluche que ha organizado ataques en Irán.

El gobierno de Pakistán consideró la operación aérea iraní como un “acto ilegal y una violación no provocada de su espacio aéreo», advirtiendo que podría conducir a “graves consecuencias”.

El ataque iraní ocurrió el mismo día en que el primer ministro de Pakistán y el ministro de Exteriores de Irán se reunían en Davos, y ejércitos iraníes y pakistaníes realizaban ejercicios militares

Irán y Pakistán comparten una frontera de 900 kilómetros y la seguridad a ambos lados es una larga preocupación para los dos gobiernos. Se han acusado mutuamente en el pasado de albergar durante años a grupos militantes radicales que llevan a cabo ataques contra el otro en sus zonas fronterizas.

Irán fue el primer país en reconocer a Pakistán como estado independiente en 1947 y Teherán apoyó a Pakistán en su guerra contra India en 1965.