En un punto en las costas de Acapulco, como parte de los recorridos que hace la Marina para buscar a las personas desaparecidas durante el impacto de Otis, una de sus embarcaciones halló una hielera. Dentro de ella, un celular intacto.
Los familiares del dueño del teléfono pudieron cargarlo, prenderlo de nuevo y encontraron ahí el último video que se tomó desde una de las embarcaciones hundidas por el huracán. Fue grabado a las 12:36 de la madrugada. Después, no se supo más de la embarcación ni de sus tripulantes.
Sin embargo, ese pequeño hallazgo y la colaboración de la familia fueron fundamentales para determinar su última ubicación, mediante el análisis del encuadre. Así pudo conocer la zona aproximada del naufragio, aunque ni el barco ni la persona han sido hallados. Eran las primeras semanas de búsqueda, pero la participación y la persistencia de los familiares no ha cesado después de casi tres meses.
Las embarcaciones salen al mar pasadas las 8 de la mañana. De manera habitual, cuatro de ellas avanzan en pares: una lleva una ecosonda que registra lo que hay en el fondo y un dron, mientras otra la sigue con buzos a bordo. Si lo hallado se encuentra a menos de 70 metros de profundidad, uno de ellos desciende con la intención de recuperarlo. Más allá de esa distancia, solo es posible ingresar el dron para explorar y hacer un registro de imagen.