Al menos 20 personas han muerto y otras 150 han resultado heridas en un ataque contra civiles que se amontonaban en una fila en la ciudad de Gaza, en el norte del enclave, a la espera de «ayuda humanitaria».

«La ocupación israelí cometió una nueva masacre contra miles de bocas hambrientas que esperaban ayuda humanitaria en la rotonda Kuwait, en ciudad de Gaza», informó este jueves Ashraf al Qudra, portavoz del Ministerio de Salud gazatí, controlado por Hamás.

Al Qudra alertó de que el número de muertos aumentará en las próximas horas dadas «las decenas de heridos graves que llegaron al hospital de Al Shifa», que opera bajo mínimos, sin las capacidades médicas suficientes para tratarlos, después de haber sido asediado y atacado por las tropas israelíes en noviembre.

Según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), otras dos personas murieron este jueves, lo que aumentó el número de víctimas mortales a 12, tras el ataque de ayer con dos proyectiles de tanque a un albergue de refugiados de la ONU en el sur de Gaza, donde más de otras 75 personas resultaron heridas.

Thomas White, un alto funcionario de UNRWA, informó en el mismo comunicado de que 15 de los heridos se encuentran en «estado crítico», mientras que el Ejército de Israel descartó que sus hombres fueran responsables, y dijo estar investigando los hechos.

El refugio albergada a unos 800 palestinos desplazados en la ciudad sureña de Jan Yunis, escenario de intensos combates en los últimos días, sobre todo en su zona occidental, donde el Ejército de Israel ha concentrado su ofensiva.

«Ayer por la tarde, la ONU finalmente logró llegar a las zonas afectadas para tratar a los pacientes heridos, llevar suministros médicos y evacuar a los heridos a Rafah», continuó White, que denunció el bloqueo de misiones previas para evaluar la situación.

Por su parte, el subsecretario del Ministerio de Salud gazatí, Youssef Abu Al Rish, aseguró hoy estar coordinando con el Comité Internacional de la Cruz Roja el suministro de medicamentos, alimentos y combustible a los hospitales de Jan Yunis, así como visitas al personal médico detenido por Israel.