El módulo de aterrizaje lunar Odysseus, apodado “Odie” o IM-1, se embarcó en un viaje histórico a la superficie lunar, con el objetivo de realizar el primer aterrizaje en la Luna de una nave espacial de fabricación estadounidense en cinco décadas.

El lanzamiento sigue de cerca a una misión de aterrizaje lunar separada de Estados Unidos que fracasó en enero. La NASA aceleró el desarrollo de naves espaciales robóticas a través de socios privados para evaluar el entorno lunar e identificar recursos clave, como la presencia de agua, antes de intentar devolver astronautas a la Luna a finales de esta década.

Odie despegó sobre un cohete SpaceX Falcon 9 a la 1:05 am ET de este jueves desde el Centro Espacial Kennedy de la NASA en Florida.

El lanzamiento de la misión estaba previsto para este miércoles, pero un problema con la temperatura del propulsor necesario para impulsar la nave espacial retrasó el intento 24 horas.

El cohete lanzó a Odie a la órbita de la Tierra, alcanzando velocidades que superan los 11 kilómetros por segundo, según Intuitive Machines, la compañía con sede en Houston que desarrolló la nave espacial bajo contrato con la NASA a través de su programa Commercial Lunar Payload Services.

El camino de Odie equivale a “un lanzamiento de bola rápida de alta energía hacia la luna”, como lo expresó el director ejecutivo de Intuitive Machines, Stephen Altemus.

Después de quemar todo su combustible, el cohete se desprendió de Odie, dejando que el módulo de aterrizaje lunar volara solo por el espacio. Luego, el robot explorador consultó un mapa de las estrellas a bordo para poder orientarse en el espacio, apuntando sus paneles solares hacia los rayos del sol para cargar sus baterías.

«Estamos viendo casi todo lo que esperaríamos», según un despacho del control de misión de Intuitive Machines alrededor de las 2 am ET.

La nave espacial, apodada Odie, tiene aproximadamente el tamaño de una cabina telefónica y está equipada con su propio motor. Intuitive Machines, con sede en Houston, desarrolló el módulo de aterrizaje lunar Nova-C bajo una iniciativa de la NASA.

El viaje de Odie a la luna puede considerarse una especie de misión de exploración, diseñada para evaluar el entorno lunar antes del plan actual de la NASA de regresar una misión tripulada a la luna a través del programa Artemis a finales de 2026.

El polo sur de la Luna es un área de amplio interés en medio de una nueva carrera espacial internacional, ya que se cree que la región alberga reservas de hielo de agua. Este preciado recurso podría convertirse en agua potable para los astronautas o incluso en combustible para cohetes en misiones de exploración del espacio más profundo.

A bordo del módulo de aterrizaje lunar se encuentran seis cargas útiles de ciencia y tecnología de la NASA. Incluyen un sistema receptor de radio que estudiará el plasma lunar, creado por los vientos solares y otras partículas cargadas que caen sobre la superficie de la luna.