Un juez de Nueva York falló el viernes en contra de Donald Trump, imponiendo una multa de 364 millones de dólares por lo que, según dictaminó, era un plan de años para engañar a bancos y otras entidades con estados financieros que inflaban la riqueza del expresidente.
Además, se inhabilita a Trump para administrar sus empresas por tres años en Nueva York.
El juez Arthur Engoron emitió su decisión después de un juicio de dos meses y medio en el que el favorito republicano a la presidencia se enfureció bajo juramento de que era víctima de un sistema legal manipulado.
La dura pena fue una victoria para la fiscal general de Nueva York, Letitia James, una demócrata, que demandó a Trump por lo que, según ella, no era sólo fanfarronería inofensiva, sino años de prácticas engañosas mientras construía la colección multinacional de rascacielos, campos de golf y otras propiedades que catapultaron a Trump a la riqueza, la fama y la Casa Blanca.
Los abogados de Trump habían dicho incluso antes del veredicto que apelarían.
Así se asestó un nuevo golpe financiero al favorito de la presidencia republicana para 2024 apenas unas semanas después de recibir un veredicto del jurado de 83.3 millones de dólares en un caso de daños y perjuicios por difamación en un tribunal federal de Manhattan.
Los hijos mayores del expresidente, Eric y Donald Trump Jr., tienen prohibido desempeñarse como funcionarios o directores de cualquier corporación de Nueva York durante dos años.
«Fraudes repetidos»
Trump padre e hijos estaban acusados de haber inflado el valor de rascacielos, hoteles de lujo y campos de golf en todo el mundo durante la década de 2010, en el seno de la Organización Trump, con el fin de obtener préstamos más favorables de los bancos y mejores condiciones de seguro.
Algunos activos, como la Torre Trump en la 5ª Avenida de Manhattan, son emblemáticos del éxito del hombre de negocios que entró en política a costa de su imagen de constructor inmobiliario de éxito.
Incluso antes del juicio el juez Engoron, con quien Donald Trump mantiene una pésima relación, había dictaminado que se había cometido fraude.
El juez consideró que la fiscal general James presentó «pruebas concluyentes de que, entre 2014 y 2021, los acusados (habían) sobrestimado los activos» del grupo en «812 millones de dólares (a) 2 mil 200 millones de dólares», según el año.
Como consecuencia del «fraude reiterado», el juez ordenó a finales de septiembre la liquidación de las empresas que gestionaban esos activos, como la Torre Trump y el rascacielos neogótico del número 40 de Wall Street, que pronto cumplirá 100 años y en cuyo vestíbulo Donald Trump ha dado algunas de sus ruedas de prensa tras las vistas del juicio. El magnate apeló la decisión.
El republicano de 77 años considera que los diferentes procesos que enfrenta en varios estados son «una caza de brujas» destinada a evitar su anhelado regreso a la Casa Blanca después de perder contra el demócrata Joe Biden en 2020.
Y ha calificado el juicio de «digno de una república bananera».
Sus abogados critican que se trata de un caso jurídicamente vacío.
A diferencia de los juicios penales de este año -como el fijado para el jueves 25 de marzo por pagos para silenciar a una estrella del porno-, y que llevarán al banquillo por primera vez a un expresidente, Donald Trump no se enfrenta a penas de cárcel en este caso civil.