Gracias a un enorme estudio astronómico de todo el cielo, hemos podido descubrir el que posiblemente sea el lugar más infernal del universo.
En un nuevo artículo publicado en la revista cientfica Nature Astronomy, se describe la existencia de un agujero negro rodeado por el disco de gas y polvo más grande y brillante jamás descubierto.
Por lo tanto, este cuásar, denominado J0529-4351, es el objeto más brillante encontrado hasta ahora en el universo.
Agujeros negros supermasivos
Los astrónomos han encontrado ya alrededor de un millón de agujeros negros supermasivos de rápido crecimiento en todo el universo, de los que se encuentran en el centro de las galaxias y son tan masivos como millones o miles de millones de soles.
Para crecer rápidamente, extraen estrellas y nubes de gas de las órbitas estables y las arrastran hacia un anillo de material en órbita llamado disco de acreción.
Una vez allí, se escapa muy poco material; este disco retiene el material que pronto será devorado por el agujero negro.
El disco se va calentando por la fricción que ejerce entre sí el material que contiene.
Si se acumula suficiente material, el brillo del calor se vuelve tan brillante que eclipsa a miles de galaxias y hace que nosotros, desde la Tierra y a más de 12 mil millones de años luz de distancia, podamos ver cómo se alimenta el agujero negro.
Y, ¿por qué ahora?
Si es el objeto más brillante del universo, ¿por qué no se ha detectado hasta ahora? De forma resumida, se debe a que el universo está lleno de agujeros negros brillantes.
Los telescopios del mundo producen tanta información que los astrónomos tienen que utilizar sofisticadas herramientas de aprendizaje automático para poder filtrarla. Pero, el aprendizaje automático, por su naturaleza, tiende a encontrar cosas similares a las que se han encontrado antes.
Esto hace que estas herramientas sean excelentes para encontrar discos de acreción comunes y corrientes alrededor de agujeros negros (hasta ahora se han detectado alrededor de un millón), pero no es tan bueno para detectar otros atípicos como J0529-4351.
En 2015, un equipo chino pasó casi por alto un agujero negro de rápido crecimiento, y que había sido seleccionado por el algoritmo, porque parecía demasiado extremo para ser real.
En nuestro trabajo, nuestro objetivo era encontrar los objetos más extremos, los agujeros negros más luminosos y de más rápido crecimiento, por lo que evitamos el uso de herramientas de aprendizaje automático porque se guiaban por el conocimiento previo.
En su lugar, utilizamos métodos más anticuados para buscar nuevos datos y obtuvimos excelentes resultados.
Nuestro trabajo también depende de la asociación que ha mantenido durante diez años Australia con el Observatorio Europeo Austral, una organización financiada por varios países europeos con una enorme variedad de instalaciones astronómicas.