El presidente Andrés Manuel López Obrador respondió a la filtración del número de teléfono de su hijo, José Ramón López Beltrán, quien denunció en redes sociales que su información personal se había difundido como parte de un acto invasivo a su privacidad y una presunta venganza. Este incidente ocurrió después de que el presidente exhibiera el número de Natalie Kitroeff, corresponsal del New York Times, en respuesta a un artículo que mencionaba una nueva investigación de Estados Unidos contra él por presuntos vínculos con el crimen organizado durante su campaña electoral en 2018.

Tras encabezar una ceremonia por el Día de la Bandera en Mazatlán, Sinaloa, el presidente calificó la filtración del número de su hijo como «muy vergonzosa». Además, reiteró que su gobierno no tolerará calumnias contra las autoridades legales ni la injerencia de agencias extranjeras o periódicos internacionales.

José Ramón López Beltrán expresó en su cuenta de Twitter que la filtración de su número celular, ocurrida la noche anterior, fue un acto de venganza contra su padre, quien había sido cuestionado en su conferencia matutina por exhibir el teléfono de la corresponsal del New York Times. López Beltrán afirmó que este acto no solo lo afectaba a él, sino que también ponía en peligro a su familia y su seguridad.

En resumen, el incidente involucra una serie de acciones y reacciones entre el presidente López Obrador, su hijo José Ramón López Beltrán y la corresponsal del New York Times, destacando la preocupación por la privacidad y la seguridad en medio de tensiones políticas y mediáticas.