Previo al Mundial de Rusia 2018, algunos de los jugadores de la Selección Mexicana causaron polémica por indisciplinas debido a que fueron captados saliendo del hotel de concentración de la Ciudad de México con al menos 30 escorts.
En el podcast de Tony Tiburcio, la conductora Paulina Trejo reveló que un jugador, el cual no reveló su nombre y con quien tiene una amistad le comentó que fue Chicharito Hernández que organizó la fiesta con las escorts previo a todo el plantel de la Selección Mexicana viajará a Rusia para competir en el Mundial de 2018.
“Este jugador me dice que van a hacer una fiesta organizada por Javier. Un día, como a las dos de la mañana, me llega un mensaje que decía ‘necesito que me ayudes por favor, lo que pasa es que nos acaban de mandar unas fotos de TV Notas donde estuvieron involucrados muchos jugadores de la selección en una fiesta donde según había escorts’”, dijo Trejo
Asimismo, la mujer siguió contando que su amigo y otros jugadores sospechan que fue el delantero de las Chivas, dio aviso a los paparazzis donde saldrían los futbolistas tras la fiesta con las escorts en un hotel de la Ciudad de México.
“La fiesta la organizó él (Chicharito), el lugar era supercerrado, no había forma de que alguien entrara a la privada. Alguien tuvo que darles la autorización y todos están diciendo que fue Javier (Hernández). Y casualmente las fotos (filtradas) nunca involucran a los amigos de Chicharito”, destacó.
Paulina Trejo, por último, confesó que la verdadera razón que el Chicharito Hernández aviso a los medios de comunicación fue para romper el grupo que disputará el Mundial de Rusia 2018.
“Me dijo (el jugador anónimo) que habían tenido una plática superfuerte, que la selección estaba rota porque todos decían que dentro había un sapo y ese era Javier Hernández, esas fueron sus palabras. Yo de muy buena fuente sé que Javier Hernández es esta persona que rompe los grupos”, finalizó.
Hasta el momento, Javier Hernández no ha salido a desmentir las acusaciones de la conductora, por lo que se espera debido a que el futbolista nunca se queda callado.