Normalmente, los fenómenos del espacio suelen dejarnos con la boca abierta. No es para menos, nos encontramos con planetas colisionando y dando a luz a otros nuevos o agujeros negros hambrientos que no paran de devorar estrellas. Ahora, todo apunta a que podremos ver muy pronto a una estrella explotar y su brillo va a ser tan fuerte que podremos verlo a simple vista a lo largo del día. Vamos a intentar saber más sobre este fenómeno, ya que hay muchos puntos que todavía han quedado en el aire.
Una explosión estelar increíblemente brillante
Tenemos que trasladarnos al cúmulo Corona Borealis, ni más ni menos que a 3.000 años luz de distancia del planeta Tierra para que podamos entender qué es lo que está sucediendo. Allí, en el corazón de un sistema solar está a punto de vivirse una supernova que va a liberar 100.000 veces más energía de la que habitualmente libera el sol en un año. Se trata de un sistema en el que hay dos estrellas, y por eso se produce este fenómeno tan peculiar.
Por un lado, tiene una enana blanca el remanente de una estrella pequeña que ya se ha agotado y por el otro una gigante roja, una estrella que ha terminado ya con su combustible principal y ha comenzado a quemar hidrógeno. La primera se alimenta de la masa de la primera, y cuando la enana alcanza la masa necesaria, comienza el proceso de fusión nuclear y termina soltando una increíble supernova al espacio. Ambas tienen un gigantesco anillo alrededor fruto de ese flujo de materia que se produce entre ambas.
Al ser un fenómeno de estas características, nos encontramos con que es cíclico y sucede cada ochenta años tal y como ha explicado la NASA.
Eso sí, han advertido que, aunque esté a punto de estallar, su naturaleza es totalmente impredecible. Por lo que no se descarta que la explosión pudiera suceder en 2025 en vez de ahora. Aunque en principio todo apunta a que podría ser inminente tal y como señalan desde la NASA.
Las explosiones de esta estrella son regulares por lo que dentro de 80 se podrá ver otra explosión de estas características. Al ser un fenómeno cíclico como hemos explicado, llevamos observando este fenómeno durante milenios en nuestros cielos.
