El intérprete fue encontrado en su casa de Seattle con una herida de bala, una escopeta en el pecho y cerca de él una carta póstuma.

La necropsia señaló que murió alrededor de las 11:30 de la mañana.

El documento detalla que en su sangre se encontraron sustancias como morfina, codeína, diazepam, nordiazepam y monacelimorfina. Aunque el informe oficial afirma que Cobain se suicidó, han surgido teorías y especulaciones a lo largo de los años, incluyendo la posibilidad de un homicidio.

La muerte de Cobain marcó la historia del rock y lo hizo parte del «Club de los 27″, el grupo de músicos talentosos que también fallecieron a esa edad. Sin embargo, Cobain ya era una leyenda viviente. “Estoy seguro de que la forma en que falleció Kurt tiene algún tipo de atracción para algunas personas, pero no es un componente clave del legado del grupo. Incluso cuando Nirvana existió, todos sabían que serían legendarios.

Era una gran banda que tocaba grandes canciones que evocaban sentimientos profundos, potentes y complicados que nadie había articulado antes», declaró a El País el periodista estadounidense Michael Azerrad, autor de la biografía Come As You Are: The Story Of Nirvana y coproductor del documental Kurt Cobain. About A Son.

Nirvana irrumpió la escena musical de la época y derrocó al rey del pop, Michael Jackson, en las listas con Dangerous. Su propuesta era opuesta a la presunción y los clichés del rock ochentero. Sus temáticas rompieron con la moda musical ochentera al hacer crítica social y abordar temas como la salud mental y el machismo, este último uno de sus discursos más poderosos.

«Aunque siempre he escuchado a Aerosmith y Led Zeppelin y siempre he disfrutado de sus melodías, me ha llevado muchísimos años darme cuenta de que sus letras son machistas», declaró al repecto.

Cobain hizo de la música una herramienta de denuncia y subió a los escenarios para utilizarlos de altavoz con temas como Polly, que narra una violación.