Tres ciudadanos rusos han logrado establecer un nuevo récord mundial de paracaidismo al realizar un salto desde la estratosfera. Según informa Reuters, el desafío ha implicado descender desde una altitud superior a los 10.000 metros.
Durante la hazaña, los paracaidistas han experimentado una impresionante caída libre sobre el Polo Norte que ha durado dos minutos y medio, alcanzando velocidades de 300 kilómetros por hora y enfrentando temperaturas de 50 grados bajo cero.
Este salto no solo ha marcado un hito en términos de récord, sino que también ha servido como prueba para un prototipo de comunicaciones diseñado para operar en el Ártico, según ha declarado uno de los organizadores de esta asombrosa aventura.
Los participantes en esta odisea han sido Mijaíl Korniyenko, Alexander Lynnik y Denis Yefremov, quienes han optado por lanzarse desde un avión Ilyushin-76 a una altura de 10.500 metros.
A pesar de llevar máscaras térmicas, durante los dos minutos y medio de caída libre, los rostros de los rusos se vieron afectados por el frío extremo, con temperaturas de aire que parecían de -70 ºC a pesar de registrar unos -50 ºC.
Tras completar con éxito este desafiante salto, los aventureros aterrizaron cerca de la base polar de Barneo, donde lograron proporcionar energía a un servidor mediante generadores diésel, estableciendo así una conexión con un satélite.