La instalación de la macrosala de prensa para la jornada electoral del 2 de junio ha generado preocupación en el Instituto Nacional Electoral (INE) debido a la contratación de una empresa sin experiencia y sospechas de ser una «empresa fantasma». El contrato, valuado en 11.6 millones de pesos (mdp), ha levantado interrogantes sobre la transparencia en el proceso de selección de proveedores.

Cada proceso electoral, el INE lanza una licitación pública para la instalación de la macrosala de prensa, un espacio destinado a albergar a cientos de periodistas que cubren las elecciones. Sin embargo, en esta ocasión, la licitación fue declarada desierta debido a diversas irregularidades entre los participantes.

Tras la declaratoria de desierta, la Dirección Ejecutiva de Administración del INE otorgó la adjudicación directa a la empresa Tecnologías Eficientes de Villa SAPI de CV, en conjunto con Hierbabuena Free MKT SA de CV, por un monto de 11 millones 600 mil pesos, la oferta más económica entre las consideradas.

Esta decisión ha generado críticas y dudas sobre el proceso de selección de proveedores del INE, especialmente considerando las sospechas de que la empresa adjudicataria pudiera ser una «empresa fantasma». La falta de experiencia previa en la instalación de macrosalas de prensa también ha generado inquietud entre la comunidad periodística y la opinión pública en general.

En un contexto donde la transparencia y la rendición de cuentas son fundamentales, es necesario que el INE aclare los criterios utilizados para la selección de proveedores y garantice que los recursos públicos sean utilizados de manera eficiente y responsable. La legitimidad y la credibilidad del proceso electoral dependen en gran medida de la integridad y la transparencia en todas las etapas del mismo.