Las candidatas a la presidencia Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez han justificado los cambios realizados al formato del tercer debate presidencial, programado para el 19 de mayo. Ahora, lo que se había previsto como un «cara a cara» entre candidatos será en realidad una ronda final de preguntas que se realizarán a través de los moderadores.

Sheinbaum defendió estos cambios negando que hayan sido resultado de presiones de los partidos. En una conferencia de prensa en Los Cabos, Baja California Sur, donde hace campaña, afirmó que el formato se decide a partir de un consenso con los partidos políticos y que no hubo presión sobre los consejeros del INE. Ante la insistencia sobre el tema, aseguró que la modificación no resultará en un debate descafeinado, mostrando su acuerdo con los cambios.

Por otro lado, Gerardo Fernández Noroña, representante del PT en el INE y acompañante de Sheinbaum en su gira por Baja California Sur, explicó que el formato «cara a cara» es útil cuando hay solo dos candidatos en la contienda. Sin embargo, con tres candidatos, este formato no resulta eficaz, ya que uno de ellos estaría esperando a ver cómo se resuelven los otros dos. Noroña destacó que el objetivo del debate es que la ciudadanía conozca las propuestas de los candidatos y su conocimiento sobre los temas, evitando convertirlo en un espectáculo.

Por su parte, Xóchitl Gálvez, candidata de la coalición opositora Fuerza y Corazón por México, justificó los cambios en el formato del debate al señalar que no era del todo claro y que preferiría un debate uno a uno con Sheinbaum.

En resumen, las candidatas han expresado posturas diferentes respecto a los cambios en el formato del debate, mostrando su disposición a participar en cualquier formato, pero también resaltando las limitaciones del formato original «cara a cara» cuando se trata de una contienda con tres candidatos.