La búsqueda de superar los límites biológicos del cuerpo humano a través de la tecnología es un objetivo que, en cierto sentido, ya está siendo alcanzado.

Ejemplos como Neuralink o algunos exoesqueletos disponibles en el mercado son claros ejemplos de cómo la tecnología está permitiendo realizar acciones más allá de las capacidades humanas. Pero si estos dispositivos parecen estar al alcance solo de unos pocos privilegiados, ¿qué decir de un Tercer Pulgar robótico que sea más accesible?

El proyecto del Third Thumb lleva varios años en desarrollo y, como lo demuestra su reciente publicación en Science Robotics, tiene como objetivo convertirse en un dispositivo robótico asequible y disponible para todos.

El Third Thumb es esencialmente un tercer pulgar robótico. Fabricado mediante impresión 3D, se coloca en el lado opuesto al pulgar real en la mano derecha. El soporte se ajusta en la palma de la mano y se fija con correas ajustables, mientras que otra parte del dispositivo, que contiene el mecanismo de movimiento, se coloca en la muñeca como si fuera un reloj.

En la versión oficial del Tercer Pulgar, hay una batería de alimentación que se sitúa en la parte superior del brazo, mientras que los comandos de movimiento se transmiten de forma inalámbrica mediante sensores de presión ubicados en los zapatos, debajo de ambos dedos. Al presionar el sensor derecho, el pulgar robótico se dobla hacia la palma de la mano, mientras que al presionar el izquierdo, se mueve hacia los dedos naturales. La cantidad de movimiento está determinada por la presión ejercida, y al liberar la presión, el tercer pulgar vuelve a su posición original.