Al menos siete personas murieron, la mayoría de ellas niñas, y otras 20 resultaron heridas este jueves después de que el autobús en el que realizaban un viaje escolar cayera a un río en la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria, informó el grupo de rescatistas Cascos Blancos.

El vehículo circulaba por una carretera cercana a la localidad de Darkush cuando se precipitó por un barranco y cayó al río Orontes, explicó en su cuenta de X la organización de socorro, que se encargó de las labores de rescate en la zona.

Las víctimas mortales son cuatro estudiantes menores, una trabajadora de la escuela que había organizado la excursión y dos hijos del personal, mientras que entre los heridos hay otras doce niñas también alumnas del centro.

Las labores de búsqueda se prolongaron durante cerca de seis horas, hasta última hora del día, cuando los Cascos Blancos dieron por terminado el operativo tras averiguar el número total de pasajeros y contraponerlo al balance de víctimas rescatadas en el lugar del siniestro.

El vehículo siniestrado transportaba a estudiantes de una escuela coránica cuando se salió de la carretera por causas que todavía se desconocen, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una ONG con sede en el Reino Unido y una amplia red de colaboradores sobre el terreno.

La provincia de Idlib es considerada el último bastión opositor en Siria, donde buena parte de la infraestructura pública, incluidas carreteras, se encuentra en condiciones pobres y todavía no ha sido reconstruida tras cerca de trece años de conflicto armado.

El aislado bastión opositor, controlado mayoritariamente por la alianza islamista Organismo de Liberación del Levante, está especialmente golpeado por la pobreza y la escasez de recursos.