Un avión Airbus A320 de Austrian Airlines, que realizaba el trayecto desde Palma de Mallorca, España, hacia Viena, sufrió graves daños en su nariz al atravesar una tormenta de granizo que no fue detectada previamente, lo que llevó al avión a solicitar prioridad para aterrizar en la capital austriaca. En el aeropuerto se activaron los protocolos de emergencia.

El vuelo OS434 de la aerolínea de bandera de Austria despegó a las 15:56 hora local desde la capital de la isla española. Con su fuselaje blanco y algunos detalles de color rojo representativos del país europeo, el avión partió sin prever las dificultades que encontraría en su destino.

Durante su travesía por el cielo de Italia, en dirección noreste después de haber dejado atrás el territorio español, el avión se vio sorprendido por una tormenta de granizo que no había sido anticipada en el plan de vuelo.

«Durante la aproximación a Viena, el avión se encontró con una zona de tormenta que, según la tripulación de cabina, no estaba visible en el radar meteorológico», explicó un portavoz de Austrian Airlines, según reportó el diario italiano Corriere della Sera.

La tormenta de granizo ocurrió a 150 kilómetros al suroeste de Viena. La intensidad del granizo fue tal que dañó gravemente la nariz del avión, como se puede apreciar en las imágenes difundidas por la prensa local, donde parte de la estructura se desprendió, dejando al descubierto el interior de la aeronave.

El portavoz de la aerolínea también mencionó que «según los primeros informes, el granizo dañó las dos ventanillas delanteras de la cabina del avión, así como el morro del avión y algunos paneles».

Las ventanillas ubicadas encima de la nariz, correspondientes al piloto y al resto de la tripulación, también resultaron gravemente dañadas, lo que llevó a que quienes estaban al mando del vuelo quedaran prácticamente cegados por la tormenta.

A pesar de los daños en las ventanillas, el Airbus no experimentó pérdida de presurización. Aunque distintas partes del fuselaje sufrieron impactos severos, ninguno de ellos afectó los controles principales ni los motores, y el incidente no causó heridos.

Cerca de su destino, el vuelo OS434 emitió la señal «mayday», utilizada para indicar una emergencia en la aviación. Como resultado, se le otorgó prioridad para aterrizar a las 17:55, hora local, casi 120 minutos después de haber despegado.

«A causa de los daños, se solicitó asistencia. Afortunadamente, el avión logró aterrizar sin contratiempos en el aeropuerto de Viena», afirmó el portavoz de Austrian Airlines.

La prensa local especuló que los daños en la aeronave podrían generar costos lo suficientemente altos como para considerar el desmantelamiento del avión. Una vez en tierra, el aeropuerto activó los protocolos de emergencia, asegurando la seguridad de la tripulación y de los pasajeros, quienes llegaron sin sufrir heridas graves.