La icónica imagen de un vestido que se hizo viral en el ya lejano 2015, desencadenando debates sobre si era dorado o azul, catapultó a Keir Johnson a la fama. Sin embargo, casi dos décadas después, Johnson vuelve a ser tema de conversación en las redes sociales, pero esta vez por un motivo mucho más oscuro: ha sido condenado por violencia de género.

Según los informes, Johnson habría intentado estrangular a su esposa, lo que resultó en su arresto y posterior condena a cuatro años de prisión. El incidente tuvo lugar en su hogar en Isla Colonsay, Escocia, después de una discusión acalorada que escaló rápidamente, culminando en un intento de asesinato con un cuchillo.

El episodio de violencia ocurrió el 6 de marzo de 2022, tras una noche en el pub que terminó en una confrontación sobre el apoyo y la posible separación con su esposa. Afortunadamente, la intervención de personas cercanas y la rápida respuesta de la policía evitaron una tragedia mayor.

«Mi esposo está intentando matarme», dijo la mujer en aquel momento.

Keir habría admitido la agresión antes del juicio, aunque esto no influyó en la decisión de la corte de Glasgow. Es importante destacar que las autoridades tenían conocimiento de que esta no era la primera vez que Johnson atacaba a su pareja. Según los informes, primero intentó estrangularla y luego amenazó con un cuchillo, diciendo «alguien va a morir».

A pesar de los intentos del abogado por evitar la cárcel, argumentando el arrepentimiento de Johnson y su búsqueda voluntaria de ayuda psicológica, la jueza Lady Drummond fue firme en su decisión de imponer prisión. Además de los 4.5 años tras las rejas, se emitió una orden de no acercamiento que prohíbe a Johnson contactar a la mujer durante 10 años.

La postura de la jueza deja en claro que los actos de violencia no pueden ser tolerados bajo ninguna circunstancia. La condena de los agresores y la prevención de futuras agresiones contra las mujeres son medidas cruciales en la lucha contra la violencia de género.