La noche de San Juan en Málaga ha dejado un rastro de celebración y desafíos para la limpieza en las playas. Desde las primeras horas de la noche, miles de malagueños y visitantes se congregaron en el litoral para disfrutar de la tradicional quema de ‘júas’ y el espectáculo pirotécnico, marcando así el inicio del solsticio de verano.

Sin embargo, la fiesta no estuvo exenta de controversia. A lo largo del litoral malagueño, las playas amanecieron cubiertas de basura, reflejo de una noche de intensa actividad. El año pasado, solo en la ciudad de Málaga se retiraron 35 toneladas de residuos tras la celebración, entre botellas, plásticos y bolsas.

Desde las 5:30 de la madrugada, un contingente de 227 efectivos de limpieza inició un operativo intensivo para despejar las playas de todo rastro de basura, con el objetivo de dejarlas en perfectas condiciones para los bañistas antes de las 10 de la mañana. Este esfuerzo se vio complicado por la presencia de grupos de jóvenes que continuaban disfrutando en la arena, algunos visiblemente afectados por el consumo de alcohol.

En particular, en la playa de La Malagueta, un amplio despliegue policial fue necesario para desalojar a quienes aún permanecían en el lugar, desafiando las normativas de limpieza y seguridad.

Foto de @AndaLimpia

Además de los desafíos de limpieza, Málaga celebró también el ascenso del Málaga CF a Segunda División, con homenajes que atrajeron a multitudes a las calles de la ciudad antes de la festividad de San Juan. El ambiente festivo se extendió hasta altas horas de la madrugada con música en vivo y un espectáculo de fuegos artificiales desde el Espigón de la Térmica, que iluminó el cielo durante 14 minutos.

A pesar de los esfuerzos por mantener el orden y la limpieza, la noche de San Juan en Málaga sigue siendo un desafío logístico y ambiental cada año, donde la diversión se mezcla con la responsabilidad de preservar el entorno natural de la ciudad costera.