Tommie Smith nació el 6 de junio de 1944 en Clarksville, Texas, y John Carlos el 5 de junio de 1945 en Harlem, Nueva York, ambos demostraron habilidades atléticas desde jóvenes y destacaron en las competencias escolares y universitarias, Smith asistió a la Universidad Estatal de San José, mientras que Carlos estudió en el East Texas State College y luego en la Universidad Estatal de San José.

Juegos Olímpicos de México 1968

Los Juegos Olímpicos de 1968 se celebraron en un clima de intensa agitación social y política, especialmente en los Estados Unidos, donde el movimiento por los derechos civiles estaba en pleno apogeo, la discriminación racial y las injusticias sociales eran problemas críticos que muchos atletas afroamericanos querían visibilizar.

Tommie Smith ganó la medalla de oro en los 200 metros lisos, estableciendo un nuevo récord mundial con un tiempo de 19.83 segundos, John Carlos ganó la medalla de bronce en la misma carrera, en el podio, durante la ceremonia de entrega de medallas, ambos atletas realizaron un gesto que se convertiría en un símbolo de la lucha por los derechos civiles: levantaron sus puños enguantados en negro y bajaron la cabeza mientras se escuchaba el himno nacional de los Estados Unidos.

El Black Power de Tommie Smith en las Olimpíadas de México 68 y la protesta  que continúa medio siglo después - BBC News Mundo

El gesto de Smith y Carlos, conocido como el saludo del Black Power, fue una protesta silenciosa contra la discriminación racial y las injusticias sociales en Estados Unidos, aunque su acción fue inicialmente controvertida y resultó en su expulsión del equipo olímpico y en numerosas amenazas, su valentía dejó una huella indeleble en la historia del deporte y los derechos civiles.

Black Power, the 1968 Olympics and the San Jose State Students Who Shook  the World | KQED

Después de los Juegos Olímpicos, Smith y Carlos enfrentaron dificultades y controversias, pero continuaron sus carreras de diferentes maneras, Smith se convirtió en profesor y entrenador, mientras que Carlos también trabajó como entrenador y activista, ambos han sido reconocidos por su contribución a la lucha por los derechos humanos y su legado perdura como un poderoso símbolo de resistencia y coraje.