Investigadores en Sudáfrica han llevado a cabo un proyecto pionero al inyectar material radiactivo en los cuernos de 20 rinocerontes como parte de un esfuerzo para combatir la caza furtiva. Este proyecto, liderado por la Universidad de Witwatersrand, busca utilizar detectores de radiación instalados en las fronteras para identificar cuernos ilegales y apoyar en la detención de cazadores furtivos y traficantes.

El procedimiento, realizado por veterinarios y expertos nucleares, implica tranquilizar al animal antes de perforar y colocar cuidadosamente isótopos nucleares en sus cuernos. Esta iniciativa podría extenderse a otras especies vulnerables como elefantes y pangolines, quienes también enfrentan amenazas similares.

A pesar de que la población mundial de rinocerontes ha disminuido drásticamente a unos 27,000 ejemplares debido a la caza furtiva, Sudáfrica alberga aproximadamente 16,000 de estos animales. Aunque hubo una reducción en la caza furtiva durante la pandemia de COVID-19, las cifras aumentaron con la relajación de las restricciones. Esta innovadora medida busca proteger estas especies en riesgo y combatir el comercio ilegal de sus partes.