En un gesto que mezcla esperanza, humor y solidaridad, ciudadanos de Quintana Roo y la península de Yucatán han lanzado una serie de eventos virales en redes sociales para intentar desviar al huracán Beryl, que se aproxima con fuerza devastadora hacia México. Esta inusual iniciativa ha captado la atención internacional y generado un debate entre incredulidad y simpatía.
En Playa del Carmen, ciudadanos han organizado una convocatoria para reunirse en el Parque Fundadores y «soplar muy fuerte» el miércoles 3 de julio a las 16:00 horas. La intención es cambiar la trayectoria del huracán Beryl, que se espera impacte la región el 4 de julio. Aunque la iniciativa ha sido ampliamente compartida y comentada en redes sociales, algunos expresan preocupación por la seriedad del tema frente a la potencial amenaza del fenómeno natural.
En las redes sociales, la campaña ha desatado una cascada de comentarios humorísticos y reflexivos. Frases como «Hay, México Mágico, nunca decepcionas» y «La fe mueve la mano de Dios» se han vuelto virales junto con imágenes y memes que ilustran la creatividad y el ingenio de la población en tiempos de crisis. Sin embargo, algunos usuarios muestran escepticismo ante la efectividad real de este tipo de acciones frente a un fenómeno meteorológico de tal magnitud.
Mientras tanto, las autoridades locales y el Servicio Meteorológico Nacional continúan monitoreando de cerca la trayectoria de Beryl y han activado planes de emergencia en preparación para su llegada. Con vientos estimados de más de 250 km/h, el huracán representa una seria amenaza para la seguridad y la infraestructura de la región, por lo que se insta a la población a seguir las recomendaciones de seguridad y mantenerse informada sobre las actualizaciones meteorológicas.
La campaña para «soplar contra Beryl» refleja no solo el ingenio y la solidaridad de la comunidad frente a una crisis natural, sino también la capacidad humana de encontrar formas inusuales de enfrentar el miedo y la incertidumbre. A medida que la fecha de impacto se acerca, los residentes de Quintana Roo y Yucatán se preparan tanto física como emocionalmente para mitigar los posibles efectos devastadores del huracán, unidos por la esperanza de que, quizás, cada soplo cuente en la lucha contra la fuerza implacable de la naturaleza.