En una decisión que marca un punto de inflexión en la historia reciente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), más de 3 mil delegados reunidos en la 24 Asamblea Nacional han aprobado por unanimidad la reelección de Alejandro Moreno Cárdenas, conocido como Alito, como presidente del partido hasta el año 2032.
Con un ambiente cargado de entusiasmo y al grito de «¡Alito!, ¡Alito!, ¡Alito!», los delegados respaldaron la reforma a los estatutos del PRI que permitirá que las dirigencias nacional y estatales puedan ser reelegidas hasta por dos periodos consecutivos. Esta medida estratégica otorga a Moreno Cárdenas la posibilidad de extender su liderazgo dentro del partido por un lapso significativo de tiempo.
Sin embargo, la ausencia notable de figuras prominentes como Manlio Fabio Beltrones, Dulce María Sauri y Beatriz Paredes en esta asamblea subraya la división interna respecto a la reelección de Moreno Cárdenas. Estas personalidades, que se oponen abiertamente a la continuidad del actual presidente del PRI, no participaron en las deliberaciones que definieron el futuro inmediato del partido.
La decisión tomada en la Ciudad de México durante esta asamblea nacional podría tener profundas repercusiones en el curso político del PRI, influenciando tanto su cohesión interna como su estrategia de cara a los próximos procesos electorales.