En el Golfo de México, la petrolera italiana Eni ha hecho un importante descubrimiento con el pozo Yopaat-1 EXP, localizado a 63 kilómetros de la costa de la Cuenca Salina. Este pozo, perforado a una profundidad de 2,931 metros bajo el nivel del mar y con un tirante de agua de 525 metros, ha revelado un potencial significativo de entre 300 y 400 millones de barriles equivalentes de petróleo. Eni opera el Bloque 9 donde se encuentra el pozo en asociación con Repsol, una compañía española, compartiendo igualmente la propiedad al 50%.

Este descubrimiento no solo refuerza la posición de Eni como el principal operador extranjero en México, sino que también subraya la importancia estratégica de la Cuenca del Sureste en el desarrollo de la industria petrolera del país. Eni ha estado presente en México desde 2006 y estableció su filial local en 2015, consolidando su participación con derechos en ocho bloques de exploración y producción, la mayoría de ellos ubicados en esta cuenca rica en recursos.

Además, este hallazgo se enmarca en el contexto de una reforma energética que permitió la participación de empresas internacionales en la exploración y producción de hidrocarburos en México, diversificando así el panorama dominado históricamente por la empresa estatal Pemex. Eni ha destacado la sinergia potencial con las infraestructuras existentes en la región, lo que facilitaría un desarrollo eficiente y rentable de los recursos descubiertos.

Este anuncio llega en un momento crucial, a pocos meses del final del mandato del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien inicialmente prometió aumentar la producción de Pemex a 2 millones de barriles diarios. El descubrimiento de Eni subraya la importancia de la inversión extranjera y la colaboración internacional en la expansión y desarrollo sostenible del sector energético mexicano, al tiempo que se espera que contribuya significativamente a la economía nacional a través de la generación de ingresos y empleos en la cadena de valor del petróleo y gas.