En un giro inesperado en el caso legal de Donald Trump, una jueza federal de distrito, Aileen Cannon, desestimó las acusaciones en su contra relacionadas con documentos clasificados. La decisión se basa en preocupaciones sobre la legalidad del nombramiento del fiscal especial, Jack Smith, quien presentó los cargos contra el expresidente.
Según informa la agencia de noticias AP, los abogados de Trump argumentaron que la designación de Smith fue ilegal. Cannon, quien fue nominada por Trump, respaldó esta afirmación en su fallo. “Los redactores de la Constitución dieron al Congreso un papel fundamental en el nombramiento de funcionarios principales e inferiores. Ese papel no puede ser usurpado por el Poder Ejecutivo ni difundido en otras partes”, señaló en su orden.
El caso, que incluía acusaciones de acumulación ilegal de documentos clasificados en su propiedad en Palm Beach y obstrucción a las autoridades, representaba una de las mayores amenazas legales para el expresidente. A pesar de este revés, el fiscal Smith ha indicado que si el tribunal fallaba a favor de Trump, no implicaría la desestimación del caso en su totalidad.
Este desarrollo subraya la complejidad legal que enfrenta Trump mientras se prepara para la campaña presidencial de 2024. La decisión de Cannon abre un nuevo capítulo en un caso que ha capturado la atención nacional y que plantea importantes interrogantes sobre el proceso judicial y la separación de poderes en Estados Unidos.