El feminicidio de Paola Andrea Bañuelos en Baja California ha conmocionado a la opinión pública, revelando detalles escalofriantes y avances significativos en la investigación que apuntan hacia la justicia.

En la madrugada del 8 de julio, Paola Andrea, una joven de 23 años, solicitó un viaje a través de la aplicación Didi. Sergio Daniel ‘N’, conductor asignado, aceptó el servicio y comenzó un viaje que se desvió drásticamente de la ruta originalmente planeada. Según el GPS del vehículo, Sergio Daniel condujo durante más de dos horas, ignorando el destino inicial de Paola y deteniéndose finalmente en el ejido Islas Agrarias A, un área rural apartada.

Tres días después, el 11 de julio, el cuerpo sin vida de Paola Andrea fue encontrado en el mismo lugar donde el vehículo se había detenido. La necropsia reveló que Paola había sido víctima de abuso sexual, golpes severos y asfixia por estrangulamiento, detalles que han profundizado la indignación y el clamor por justicia en la sociedad.

La Fiscalía General del Estado de Baja California ha utilizado la información del GPS del vehículo como piedra angular de la investigación. Este rastreo permitió establecer los movimientos precisos de Sergio Daniel y corroborar que estuvo en el lugar donde se encontró el cuerpo de Paola Andrea. Esta evidencia resultó decisiva para vincular a Sergio Daniel ‘N’ al proceso por los delitos de Desaparición Forzada Agravada y Feminicidio Agravado.

Ante la presentación de pruebas contundentes, el juez Salvador Avelar dictó prisión preventiva contra Sergio Daniel ‘N’ por un periodo de seis meses, mientras continúa la investigación complementaria. En una audiencia marcada por la tensión, Sergio Daniel optó por no declarar, acompañado por su defensa pública. La familia de Paola Andrea y la sociedad en general han expresado su repudio y exigen que se haga justicia de manera expedita y transparente.

El caso de Paola Andrea Bañuelos subraya la urgencia de abordar y prevenir la violencia de género en todas sus formas. La sociedad civil y las autoridades deben trabajar conjuntamente para proteger los derechos de las mujeres y asegurar que casos como este no queden impunes. Es esencial garantizar la seguridad y la dignidad de todas las personas, especialmente de las mujeres, en cada rincón del país.