El primer ministro británico, Keir Starmer, proclamó este jueves el “reinicio” de las relaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea (UE) bajo el nuevo Gobierno laborista, en la inauguración de la cumbre de la Comunidad Política Europea (CPE).

“El Reino Unido y la Unión Europea trabajando juntos son una poderosa fuerza para el bien”, dijo Starmer ante casi medio centenar de líderes europeos reunidos en el palacio de Blenheim, al noroeste de Londres.

El nuevo jefe del Ejecutivo británico afirmó que “se cierne una tormenta” sobre el continente europeo, pero que han decidido hacerle frente en coordinación con otros países.

“Queremos trabajar con todos vosotros, para resetear las relaciones y renovar los vínculos de confianza. La misión es urgente, nuestra seguridad está en juego”, declaró Starmer.

Apoyo a Ucrania

Consideró que Ucrania “lucha cada día no solo para proteger al pueblo ucraniano, sino a todos los europeos”, por lo que rindió tributo al liderazgo del presidente Volodímir Zelenski, sentado a su derecha.

“Estaremos a vuestro lado todo el tiempo que sea necesario. Nos enfrentaremos a la agresión rusa juntos”, prometió, antes de señalar que “la amenaza de Rusia se expande por toda Europa”, como lo demuestran “los ciberataques en muchos países o los aviones violando nuestros espacios aéreos”.

Esa amenaza, denunció, es “más aguda” en países del Este de Europa como Moldavia.

Starmer instó al casi medio centenar de líderes que se congregan hoy en el lugar de nacimiento del ex primer ministro Winston Churchill a “buscar nuevas y más ambiciosas formas de trabajar juntos”.

Y defendió su “visión práctica” de cómo el Reino Unido puede lidiar con el momento actual: “No estoy guiado por la ideología”.

Nuevas alianzas frente a la “crisis” de la inmigración

El líder británico, que se comprometió a “reforzar” las alianzas de su país y a “construir nuevas”, también abordó el fenómeno de la inmigración, que figura como uno de los ejes de la reunión y que a su juicio ya no es un “desafío”, sino una “crisis”.

“Mientras hablamos, un imperio criminal está trabajando en cada país representado aquí para aprovecharse de la miseria y la desesperación humanas, preparado para enviar a la muerte a bebés, madres embarazadas y gente inocente”, dijo.

A su juicio, pese a que se puede combatir a las redes criminales de tráfico de personas, es la desigualdad global lo que provoca el fenómeno migratorio.