Una muestra de la reconocida fotógrafa germano-argentina Annemarie Heinrich se expone por primera vez en Berlín a partir de este viernes y recoge su trabajo desde la experimentación con técnicas fotográficas hasta su defensa de las mujeres y la literatura de la época a través del arte fotográfico.

Heinrich fue el principal exponente en la pampa latinoamericana de un género dentro de las artes visuales que creció con el desarrollo de la industria cultural de la época y a su vez fue protagonista y testigo del periodo de profunda transformación en el rol de la mujer.

La exposición se realizó en el marco 30º aniversario del hermanamiento entre Berlín y la ciudad de Buenos Aires.

Está compuesta por más de 120 fotografías que retratan la escena artística de ambos países entre 1933 y 1987.

«El deseo de Annemarie fue lograr exponer sus obras en la ciudad alemana que la vio crecer y dar a conocer su trascendental trabajo más allá de Latinoamérica», dijo a EFE el hijo de la fotógrafa, Ricardo Sanguinetti.

La muestra expone por primera vez las fotografías recuperadas de un archivo que Heinrich capturó durante sus viajes y conservó para sí misma en una carpeta que tituló «Mujeres».

Esta colección de fotografías se centra en el trabajo femenino de la época, pues la fotógrafa documentó, entre otras profesionales, costureras, hilanderas, enfermeras y pescadoras en su ambiente natural.

Los retratos muestran mujeres libres y seguras de sí mismas, contrario de la representación femenina de la época de mujeres relegadas al ámbito doméstico.

«Ella entró en una industria cuando la mayoría por no decir todos eran varones», agregó Sanguinetti y confirmó que «usó pantalones por comodidad» ignorando que con ello produciría interrogantes en la comunidad femenina.


Exploradora de nuevas expresiones artísticas

Annemarie fundó la primera agrupación fotográfica en Latinoamérica que llamó «La carpeta de los diez» y constaba de 10 fotógrafos profesionales que se agrupaban y discutían sobre sus propias obras y las analizaban de modo conjunto.

Sanguinetti agregó que su madre quería comprobar qué efecto producían sus imágenes en el público y en el ambiente fotográfico de la época.

Además la retratista germano-argentina experimentó con técnicas y recursos experimentales tanto en la toma como en el revelado incluyendo solarizaciones, duplicaciones o exposiciones múltiples con ello trascendió la herencia de las vanguardias europeas de comienzos de siglo a otros horizontes en latinoamérica.

«Utilizaba la máquina fotográfica con mayor libertad. También desarrolló la capacidad de manejar la luz de faroles y sombras de estudio», comentó Ricardo en una entrevista en el Willy-Brandt-Haus, edificio berlinés que acoge la exposición.

 

Contribuciones al arte fotográfico

La exhibición recorre los diferentes géneros que abordó a lo largo de su carrera, desde los retratos que le dieron reconocimiento, su controvertida visión con los cuerpos desnudos, la expresión en los movimientos de las manos y hasta experimentos con paisajes tomados durante sus viajes.

Entre el año 1933 y 1987, logró capturar retratos de personalidades como el poeta chileno Pablo Neruda,  el escritor  argentino Jorge Luis Borges , la primera dama de Argentina, Eva Perón y la actriz Tilda Thamar, entre otros reconocidos personajes de la época.

Mediante el trabajo lumínico y el retoque sobre el negativo otorgaba a los rostros un carácter escultural y los convertía en una imagen idealizada y en el caso de las mujeres esto ayudó a construir una nueva concepción de la mujer moderna.

Con la exposición de sus obras Ricardo espera que el trabajo de Annemarie sea reconocido internacionalmente y agradeció a su vez el apoyo de las instituciones participantes.

«Estamos contentos de cómo se desarrolló este proyecto, con efecto dominó, en un lugar donde no se le conoce pero que con esta exposición se le va a conocer más», concluyó Sanguinetti.