La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) reportó un trágico suceso frente a las costas de Haití, donde al menos 40 personas perdieron la vida después de que una embarcación que transportaba migrantes se incendiara.

El barco, que había partido de Haití el miércoles con más de 80 personas a bordo, tenía como destino las Islas Turcas y Caicos, según informó la OIM. La Guardia Costera de Haití logró rescatar a 41 supervivientes de las aguas.

Grégoire Goodstein, jefe de misión de la OIM en Haití, vinculó la tragedia a la creciente crisis de seguridad y a la falta de vías seguras y legales para la migración desde el país caribeño. «La situación socioeconómica de Haití es terrible. La violencia extrema de los últimos meses ha empujado a los haitianos a recurrir a medidas cada vez más desesperadas», afirmó Goodstein en una declaración oficial.

Haití enfrenta desafíos significativos, incluyendo la violencia de las pandillas, un sistema de salud colapsado y la escasez de suministros esenciales, factores que han exacerbado la migración irregular de sus ciudadanos hacia otros destinos.

La crisis en Haití se agudizó a principios de este año con el recrudecimiento de los enfrentamientos entre pandillas, lo que desencadenó la renuncia del gobierno en ese entonces. Desde entonces, los intentos de migración por mar desde Haití han aumentado notablemente, según datos proporcionados por la OIM.

A pesar del caos interno, varios países vecinos han intensificado los retornos forzosos de migrantes haitianos, con más de 86,000 devoluciones registradas este año. La OIM destacó que en marzo se observó un incremento del 46% en los retornos forzosos, alcanzando los 13,000 retornos ese mes, a pesar de la escalada de la violencia y el cierre de aeropuertos en Haití.

En un intento por estabilizar la situación, recientemente se ha nombrado un nuevo primer ministro en Haití, Garry Conille, y se han desplegado cientos de fuerzas extranjeras para reforzar la Policía Nacional haitiana. La Misión de Apoyo Multinacional a la Seguridad (MSS), liderada por Kenya y respaldada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, está iniciando operaciones en la capital, Puerto Príncipe, buscando ofrecer un nuevo horizonte de seguridad y estabilidad para el país.

El trágico incidente subraya la urgencia de abordar las causas fundamentales que impulsan la migración forzada desde Haití, así como la necesidad de establecer vías seguras y legales para los migrantes que buscan mejorar sus condiciones de vida en otros lugares.