Las criptomonedas han emergido como una revolución financiera en las últimas décadas. A pesar de su creciente adopción, persisten numerosos mitos y equivocaciones sobre su funcionamiento, seguridad y utilidad. Como lo es el malentendido común sobre el precio Solana dólar, aunque está directamente vinculado a la moneda estadounidense y su valor se expresa a menudo en dólares, los intercambios, y su precio no está fijado ni respaldado por el dólar.

El valor de Solana, al igual que otras criptomonedas, se determina por la oferta y la demanda en el mercado. Factores como la protección de la red, el desarrollo tecnológico, las regulaciones, y las tendencias generales son lo que influyen en su precio. Así como este mito existen otros iguales de populares sobre las criptomonedas, los cuales serán desmentidos a continuación.

Las criptomonedas solo se utilizan para movimientos ilícitos

Uno de los mitos más persistentes es que las criptomonedas son principalmente utilizadas para actividades ilícitas como el lavado de dinero y la compra de bienes ilegales. Si bien es cierto que han sido usadas en mercados negros, estudios han demostrado que una fracción muy pequeña del uso total de estas monedas están relacionados con actividades prohibidas.

Un informe de Chainalysis, una firma de análisis de blockchain, reveló que solo el 0.34% de las transacciones de criptomonedas en 2020 estaban vinculadas a actividades ilícitas, una disminución significativa en comparación con años anteriores. Además, las transacciones en blockchain son rastreables y transparentes, lo que puede facilitar la detección de estas acciones sospechosas.

Las criptomonedas no poseen un importe intrínseco

Este es otro malentendido usual, dicho argumento a menudo se basa en la idea de que, a diferencia del oro o el dinero fiduciario respaldado por gobiernos, las cripto no tienen un respaldo físico o una autoridad central. Sin embargo, el valor de esta proviene de varios factores, incluyendo la utilidad de los métodos blockchain, y la solicitud del mercado.

También procede de la escasez programada (como en el caso de Bitcoin, que tiene un suministro máximo de 21 millones de monedas) y la confianza en el sistema. Además, las criptomonedas como Ethereum permiten la creación de contratos inteligentes y aplicaciones descentralizadas, agregando valor práctico más allá de ser un simple medio de intercambio.

Las criptomonedas son inseguras

La percepción de que las criptomonedas son inherentemente inseguras es otro mito frecuente. Si bien ha habido casos de hackeo en exchanges, la tecnología subyacente y la blockchain, es extremadamente segura debido a su naturaleza descentrada y criptográfica.

La mayoría de los problemas de seguridad surgen de malas prácticas de manejo de activos, como el almacenamiento de grandes cantidades de criptomonedas en las plataformas de intercambio, centralizados sin medidas de seguridad adecuadas. Usar billeteras frías (dispositivos de almacenamiento fuera de línea) y practicar buenas medidas de seguridad digital puede mitigar estos riesgos significativamente.

Las criptomonedas son demasiado volátiles para ser útiles

La volatilidad es una característica bien conocida de las criptomonedas, y si bien es cierto que los precios pueden fluctuar significativamente, esto no significa que no sean útiles. El ser tan cambiante es usual en mercados emergentes y puede disminuir a medida que este madure.

Además, existen otras monedas estables, conocidas como stablecoins, que están vinculadas a activos sólidos como el dólar estadounidense, ofreciendo una alternativa menos volátil para los usuarios. La variabilidad también presenta oportunidades para los inversores dispuestos a asumir riesgos calculados.

Las criptomonedas no tienen regulación

El cuento de que las criptomonedas operan en un “salvaje oeste” sin regulación es incorrecto. En muchos países están sujetas a regulaciones que abarcan desde requisitos de conocimiento del cliente (KYC) hasta reportes de impuestos. Por ejemplo, en Estados Unidos, la (SEC) Comisión de Bolsa y Valores y el sistema de Realización de Crímenes Financieros (FinCEN) supervisan varios aspectos de las actividades relacionadas con cripto.

Las regulaciones están evolucionando continuamente para adaptarse a este nuevo entorno financiero, y es importante que los usuarios se mantengan informados sobre las leyes y normas en sus respectivas jurisdicciones.

Las criptomonedas solo benefician a los primeros adoptantes

Existe la creencia de que solo aquellos que invirtieron en criptomonedas temprano pueden beneficiarse significativamente. Aunque los primeros adoptantes pueden haber visto grandes ganancias, las oportunidades no se limitan a ellos. La innovación en el espacio de las monedas digitales continúa, con nuevos proyectos y aplicaciones que ofrecen oportunidades para otros inversores y usuarios.

Además, las criptomonedas no solo se tratan de inversión; también permiten el acceso a servicios financieros descentralizados (DeFi), remesas más baratas y rápidas, y la inclusión financiera en regiones donde los servicios bancarios tradicionales son inaccesibles.

Desmentir estos mitos es crucial para entender mejor las criptomonedas y su capacidad de colisión en el mundo financiero. Aunque presentan riesgos y desafíos, también ofrecen innovaciones significativas que pueden transformar múltiples industrias. Informarse adecuadamente y abordar con una perspectiva crítica y abierta puede ayudar a aprovechar sus beneficios mientras se mitigan los riesgos.