Durante la conferencia matutina presidencial, el director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto Hernández, reveló importantes hallazgos arqueológicos en el estado de Campeche, resultado del proyecto de salvamento arqueológico realizado en el marco de la construcción del Tramo 2 del Tren Maya.
El salvamento arqueológico, llevado a cabo por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México en colaboración con diversas entidades gubernamentales y el consorcio Carso, abarcó un tramo de 235 kilómetros entre Escárcega y Calkiní. Durante estas labores, se descubrieron vestigios significativos que abarcan desde el periodo novohispano hasta el siglo XX.
Uno de los hallazgos más destacados fue el descubrimiento de partes del histórico Camino Real, una antigua vía terrestre que conectaba las ciudades de Campeche y Mérida. Entre los vestigios encontrados se incluye un leguario, un monumento de mampostería utilizado para marcar las leguas a lo largo del camino.
Además, se identificaron restos del primer ferrocarril de vapor en la región, establecido durante el gobierno de Porfirio Díaz, el cual estaba vinculado a las haciendas henequeneras del norte de Campeche. Estos descubrimientos no solo arrojan luz sobre la infraestructura de transporte del pasado, sino que también ofrecen nuevas perspectivas sobre la economía y la vida cotidiana en la región durante ese periodo histórico.
Durante las excavaciones, también se documentaron estructuras edificadas en el siglo XX, especialmente aquellas construidas bajo el mandato del presidente Lázaro Cárdenas del Río. Estas estructuras son testimonio de los cambios paisajísticos y urbanos que experimentó Campeche en el contexto de la modernización del país.
Prieto Hernández enfatizó que el proceso de salvamento arqueológico se llevó a cabo con estricto apego a las normativas del INAH, asegurando la preservación de ocho zonas de monumentos y otros sitios de importancia histórica y cultural. Contrario a algunas afirmaciones mediáticas, aseguró que no hubo destrucción del patrimonio, sino todo lo contrario: se implementaron medidas rigurosas para la conservación y documentación de los hallazgos.
En términos técnicos, se utilizaron avanzadas tecnologías como LiDAR para revisar 11,770 hectáreas y fotogrametría para procesar más de 296,000 imágenes, entre otras metodologías. Este enfoque multidisciplinario permitió no solo identificar sitios arqueológicos, sino también comprender mejor las condiciones del suelo para la construcción del Tren Maya, garantizando así la coexistencia de desarrollo moderno con la protección del patrimonio cultural.
Además de los descubrimientos en el tramo Escárcega-Calkiní, Prieto Hernández resaltó los avances del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza) en los sitios de Edzná y Xcalumkín. Estos programas no solo incluyeron trabajos de conservación en edificios históricos, sino también la restauración de nuevas estructuras que ahora están abiertas al público, como el recién inaugurado Museo de Sitio de Edzná.
El compromiso del Gobierno de México con la preservación del patrimonio cultural y natural se refleja en estos esfuerzos, que buscan no solo impulsar la infraestructura turística y de transporte, sino también enriquecer nuestra comprensión de la historia y las culturas que han dado forma a la región de Campeche a lo largo de los siglos.