Los Juegos Olímpicos de París 2024 han comenzado con un incidente de seguridad sin precedentes durante el partido entre Argentina y Marruecos en el Stade Geoffroy-Guichard de Saint-Étienne. Lo que debía ser un encuentro deportivo emocionante se vio empañado por una serie de eventos que pusieron en riesgo la integridad de los jugadores y espectadores presentes.

El partido, que terminó en un empate 2-2 tras un gol agónico de Cristian Medina en el minuto 16 de tiempo añadido, fue escenario de una invasión masiva de seguidores marroquíes al campo de juego. Según testigos presenciales, tras el gol de Argentina, varios aficionados marroquíes expresaron su descontento de manera violenta, arrojando objetos al campo y desbordando a los agentes de seguridad presentes.

El árbitro sueco Glenn Nyberg tomó la inusual decisión de agregar 15 minutos de tiempo adicional, lo cual exacerbó los ánimos entre los asistentes. Durante el festejo por el gol argentino, la situación se volvió caótica cuando los aficionados marroquíes comenzaron a invadir el campo desde todas las direcciones, desafiando los esfuerzos de seguridad por contener la situación.

El veterano jugador argentino Javier Mascherano, visiblemente preocupado por la seguridad de sus compañeros, instó a todo el equipo a dirigirse rápidamente a los vestuarios, ante el peligro inminente generado por la ira de los aficionados presentes. Incluso se reportó la caída de un petardo cerca del banco argentino, aumentando la tensión y el caos en el estadio.

El incidente plantea serias dudas sobre la seguridad en los Juegos Olímpicos de París 2024, que ha sido una de las principales preocupaciones de las autoridades francesas desde el inicio del evento. Queda por ver si se tomarán medidas disciplinarias contra los seguidores marroquíes involucrados en los disturbios, que además habían invadido el campo en una ocasión anterior durante el partido para saludar a los jugadores y tomar fotografías.

Con apenas unos días desde su inauguración, estos Juegos Olímpicos ya enfrentan su primera prueba de seguridad, poniendo en entredicho la capacidad de las autoridades para garantizar un ambiente seguro y protegido para todos los participantes y espectadores.