Venezuela celebra este 28 de julio unas elecciones presidenciales consideradas especialmente “decisivas”, con una migración sin pausa a causa de una economía en crisis pese a las mejoras del último trienio, una oposición más unida que nunca y la atenta mirada de la comunidad internacional.
El chavismo, con el candidato a la reelección presidencial Nicolás Maduro al frente, se juega su continuidad en el poder, al que aspiran llegar nueve candidatos opositores, entre ellos el de la principal coalición antichavista -la Plataforma Unitaria Democrática (PUD)-, Edmundo González Urrutia, todos con promesas de profundos cambios y transformaciones.
A continuación, diez claves para entender la situación general de Venezuela en vísperas de la cita con las urnas del próximo domingo:
El Ejecutivo
Durante 25 años, el chavismo se ha mantenido en el poder, con tiempos prósperos -financiados por la renta petrolera- y otros de crisis, sobre todo, en la última década, cuando la corrupción, los controles a la economía y las múltiples estatizaciones -factores que continuaron con Maduro- pasaron factura.
Los otros poderes del Estado
Los poderes Legislativo y Judicial están bajo el control del chavismo, con un Parlamento de contundente mayoría oficialista -más del 90 % de los 277 escaños- y un Supremo “sin autonomía ni imparcialidad”, aseguran diversas ONG que señalan como ejemplo de ello la ratificación, en enero pasado, de la inhabilitación de la líder opositora María Corina Machado, ganadora de las primarias de octubre.
La oposición
El antichavismo mayoritario está de vuelta al juego electoral, a diferencia de los comicios presidenciales de 2018, cuando optó por la abstención. Ahora está enfocado en conseguir la mayor cantidad de votos, mientras sortea “obstáculos” y enfrenta -según denuncia- un recrudecimiento de la “persecución” en su contra.
La migración
Del país han salido unos 7,77 millones de venezolanos, según la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes (integrada por el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados y la Organización Internacional para las Migraciones), una cifra que el Gobierno reduce a unos dos millones. Pero solo 69.211 de los venezolanos que están fuera podrán votar. La opositora PUD alerta sobre el advenimiento de la “ola migratoria más grande vista hasta ahora” si Maduro se mantiene en el poder “por la fuerza”.
Los derechos humanos
El Alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, lamenta “el aumento de las restricciones al espacio cívico” en las semanas previas a las elecciones, cuando -aseguró- su oficina ha recibido “informes de detenciones” de “miembros de la oposición y sus simpatizantes”. En lo que va de 2024, la ONG Foro Penal ha documentado 114 arrestos con “fines políticos”, 102 de los cuales afectan a la Plataforma Unitaria Democrática (PUD).
La economía
Tras caer más de un 70 % entre 2013 y 2020, según cálculos independientes, la economía registra mejoras en sectores como petróleo, manufactura, comercio y agricultura, mientras que la inflación cayó al nivel más bajo en los últimos 12 años.
El petróleo
La producción de petróleo, el principal motor económico del país y su mayor fuente de divisas, alcanzó los 904.000 barriles por día (bpd) en el segundo trimestre, un 4,62 % más con respecto al promedio de los tres primeros meses, unos 864.000 bpd.
La corrupción
En siete años, la Fiscalía computa una treintena de tramas de corrupción, la más reciente ‘Pdvsa-Cripto’, por la que 67 personas fueron detenidas -entre ellas, el exministro de Petróleo Tareck El Aissami-, un asunto que el presidente Maduro no menciona en su campaña y que la oposición considera una de las principales causas de la crisis.
La inseguridad
El país, que vivió también una grave crisis de inseguridad, con picos de violencia durante la década pasada, tiene una tasa de 5,2 homicidios por cada 100.000 habitantes, según el Gobierno, que asegura haber desmantelado 356 bandas criminales, entre ellas el temible ‘Tren de Aragua’.
Las relaciones internacionales
Venezuela -país cercano a Cuba, Nicaragua, Bolivia, Rusia y China- ha emitido este año múltiples comunicados de rechazo a la “injerencia” de otras naciones, el más reciente contra el G7 -integrado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido-, que exigió “el fin del acoso a los miembros de la oposición” y la liberación de “los presos políticos”.