Nueva Delhi, 30 jul (EFE).– Las fuertes lluvias que azotaron este martes el sur de la India causaron al menos 113 muertos y cientos de desaparecidos por varios deslizamientos de tierra, y provocaron que más de 3.000 personas fueran trasladadas a campamentos de socorro, mientras las labores de rescate siguen en marcha.

Al menos 113 cuerpos sin vida fueron recuperados durante las operaciones de rescate, que siguen activas, aunque cada vez con mayores complicaciones por la caída de la noche y la aparición de una espesa niebla, dijo a EFE un portavoz del Departamento de Información del Gobierno de Kerala, Pratheesh D. Mony.

«Ahora están trasladando a las personas rescatadas a lugares más seguros», agregó el funcionario.

La catástrofe tuvo lugar en el distrito montañoso de Wayanad cuando se registraron durante la madrugada dos deslizamientos de tierra por las fuertes lluvias, el primero de ellos a las 02:00 hora local (20:30 GMT del lunes) y el segundo dos horas y media después, declaró en una rueda de prensa el jefe de Gobierno de Kerala, Pinarayi Vijayan.

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Ambas avalanchas se llevaron por delante casas, carreteras y un puente crucial en esta región, dejando atrapadas a cientos de personas.

Vijayan precisó que la mayoría de afectados se encontraba durmiendo en el momento del suceso, e indicó que el balance de heridos asciende a 128 personas hasta el momento.

Sin embargo, añadió que la cifra de víctimas «podría cambiar», puesto que «mucha gente sigue atrapada bajo los escombros».

Según el jefe de Gobierno, más de 3.000 personas afectadas han sido trasladadas a 45 campamentos de socorro.

«Se han iniciado los trámites para entregar alimentos y suministros básicos. Dos vehículos con 20.000 litros de agua potable llegarán a la zona del desastre. Se han dado instrucciones a los trabajadores sanitarios que se encuentran actualmente de permiso para que vuelvan a sus puestos de inmediato», agregó Vijayan.

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En las operaciones de rescate participan efectivos de la Policía, además de 321 miembros del cuerpo de Bomberos. A ellos se suman más de cien personas de la Fuerza Nacional de Respuesta a Desastres (NDRF, en inglés), varios equipos de la Autoridad de Gestión de Desastres del Estado de Kerala, y personal de la Armada y del Ejército indio.

Algunos equipos de la unidad canina también llegaron en las últimas horas para ayudar en la búsqueda de desaparecidos, según Vijayan.

Además, el Gobierno de Kerala decretó dos días de luto y aplazó todos los eventos públicos y celebraciones.

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Imágenes difundidas por la agencia india PTI muestran zonas totalmente arrasadas y llenas de barro por los deslizamientos de tierra, con árboles arrancados de cuajo, grandes rocas esparcidas por el suelo y casas severamente dañadas.

El tráfico de vehículos es incesante en las zonas afectadas, de las que entran y salen ambulancias y coches de la Policía y de los equipos de rescate sin parar, mientras las excavadoras trabajan ‘in situ’ retirando grandes cantidades de escombros, según se aprecia en las imágenes.

El Departamento Meteorológico de la India (IMD) había declarado este martes la alerta roja por lluvias en el distrito de Wayanad, así como en otras zonas vecinas, alertando de precipitaciones de hasta 204 milímetros en tan solo 24 horas.

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Tres avalanchas consecutivas de madrugada

Una de las localidades más afectadas fue la de Choormala, que según el diario regional Onmanorama sufrió tres avalanchas consecutivas de madrugada y que quedó prácticamente aislada. Al menos 36 de los fallecimientos ocurrieron en este poblado.

El primer ministro indio, Narendra Modi, escribió en X que prometió «toda la ayuda posible» del Gobierno central durante una conversación telefónica con Vijayan. El mandatario también anunció una ayuda de 200.000 rupias (unos 2.206 euros) para los familiares de los fallecidos.

El IMD mantiene a Wayanad en alerta naranja por lluvias y fuertes vientos durante el miércoles, aunque el nivel de riesgo sube al rojo en el distrito vecino de Kodagu.

Este episodio de intensas lluvias es consecuencia del monzón, que la India y el resto de países del sur de Asia experimentan entre mayo y septiembre, y que causan importantes daños humanos y materiales.

Más de 50 personas han muerto por las lluvias en el estado nororiental de Assam desde finales de mayo. EFE