La Gran Final del Judo Femenil en la categoría de -63 kilogramos de los Juegos Olímpicos de París 2024 concluyó con una medalla de plata para la mexicana Prisca Awiti Alcaraz, la judoca fue vencida por la eslovena Andrea Leski mediante un «Ippon», un sometimiento de 10 segundos sobre el tatami, que le dio la victoria automática a Leski.

La final fue un emocionante enfrentamiento en el que Prisca Awiti puso el primer punto a su favor rápidamente, apenas a los 30 segundos de iniciado el combate, la mexicana ejecutó una espectacular maniobra que le permitió contrarrestar un derribo de Leski y marcar un Waza-Ari, sin embargo, poco después, Leski logró someter a Awiti con un derribo que la inmovilizó, dejándola con la espalda sobre la lona durante los 10 segundos reglamentarios, logrando así el «Ippon» y la victoria.

Prisca Awiti, quien nació y se crió en Londres y empezó a representar a México en 2017 debido a la nacionalidad de su madre, ha hecho historia en París 2024, su trayectoria hasta la final incluyó victorias notables, como la obtenida en las semifinales contra la joven croata Katarina Kristo, y su destacado rendimiento a lo largo de las rondas preliminares.

Las lágrimas de Prisca Awiti al final del combate reflejaron una mezcla de emociones: la tristeza de haber estado tan cerca del oro y la satisfacción de haber logrado una hazaña histórica para México, su actuación ha puesto en el mapa un deporte que recibe poca atención fuera del ámbito olímpico y ha inspirado a futuras generaciones de judocas mexicanos.

Prisca Awiti Alcaraz se convierte así en un ejemplo de perseverancia y éxito, elevando el perfil del judo en México y dejando una marca indeleble en la historia del deporte nacional.

La participación de Prisca Awiti en los Juegos Olímpicos de París 2024 no solo es un logro personal, sino un hito para el judo mexicano, su medalla de plata es un testimonio del arduo trabajo, la dedicación y la pasión que ha invertido en su carrera, y su historia seguramente inspirará a muchos jóvenes deportistas a seguir sus pasos y perseguir sus sueños olímpicos.