Un equipo de investigación de las universidades de Huelva y Sevilla ha patentado unas pastillas de soja biodegradables. Estas liberan de manera controlada zinc, un fertilizante necesario para el correcto crecimiento de los cultivos.

La propuesta, según ha informado la Fundación Descubre en un comunicado, evita el uso de más cantidades de las que requieren las plantas. También que la lluvia o el riego lo deposite por barrido en otras zonas, contaminándolas.

Los cultivos andaluces presentan generalmente deficiencias en zinc y en hierro. Son dos elementos necesarios para un correcto desarrollo de las plantas. Por eso, los agricultores deben suministrar por medio de fertilizantes estos nutrientes.

En ocasiones, las lluvias o el riego barren los productos aplicados y las cantidades que se asimilan no son las adecuadas.

Con las pastillas de residuos de soja propuestas por los expertos se van liberando paulatinamente las cantidades que en cada momento requiere el cultivo. Evita así el uso excesivo de los fertilizantes.

Por otro lado, el material creado tiene una gran capacidad de absorber agua. Esto puede reducir la necesidad de riego de la planta hasta en un 50 %.

Liberación durante horas

“El proceso permite la incorporación de 116 gramos de zinc en un kilo de producto que puede ser liberado durante 9 o 10 horas en agua“, ha indicado la investigadora de la Universidad de Sevilla Mercedes Jiménez Rosado.

Así, el producto permite una fertilización más precisa y eficiente. También mejora tanto la productividad agrícola como la sostenibilidad ambiental al reducir el uso excesivo de fertilizantes y sus impactos asociados.

Además, los expertos han logrado que el procesado de la proteína de soja sea fácil y eficiente. Esto lo hace muy competitivo.
De esta manera, ya está prácticamente listo para su escalado industrial y su puesta en marcha en el mercado.

Cada tipo de cultivo tiene requerimientos específicos para la liberación gradual de nutrientes. Está afectada por factores como la composición del fertilizante, la forma en que está procesado y cómo reacciona con el suelo.

Por eso, comprender y controlar la dinámica de liberación permite ajustar el abono para que los nutrientes estén disponibles cuando las plantas los necesitan. Optimiza así su absorción y crecimiento.

Los comprimidos creados logran ese control en la liberación gracias a su composición y propiedades.

Compactación de polvos proteicos

Se forman mediante la compactación de polvos proteicos por compresión y se les incluye el nutriente deseado. En este caso es el zinc.

Esta técnica con las pastillas de soja consiste en aplicar presión a los residuos triturados. De esta forma, los granos que componen el polvo se deforman. Además, crean una tensión superficial que los mantiene unidos y logran un bloque compacto y permeable. Este liberará progresivamente el fertilizante, al mismo tiempo que se degrada de manera sostenible la proteína.

“Este es un proceso sencillo, de bajo costo y fácilmente industrializable. Así, se pueden obtener comprimidos de liberación controlada a un bajo precio”. Asimismo, permite “competir con los fertilizantes convencionales en el mercado actual”, ha añadido la investigadora.

Los expertos están inmersos en la fabricación de nuevas pastillas de soja para la liberación de otros nutrientes. Entre ellos el hierro. Del mismo modo, con otros materiales procedentes de residuos que fomenten el ciclo económico y sostenible de la agricultura.