Un incendio forestal masivo conocido como el «Park Fire» está arrasando el norte de California, convirtiéndose en uno de los más grandes de la región. En tres días, el fuego ha consumido casi 1,4 millones de hectáreas y ha destruido al menos 134 edificios. Más de 4.000 personas han sido evacuadas.

El incendio, iniciado cerca de Chico en el condado de Butte, sigue fuera de control a pesar de los esfuerzos de unos 2.500 bomberos, helicópteros y aviones. Las difíciles condiciones meteorológicas, con temperaturas extremas y baja humedad, han facilitado la rápida expansión del fuego. Se espera que un descenso en la temperatura y un aumento en la humedad ayuden a frenar las llamas.

Un hombre de 42 años ha sido arrestado como sospechoso de haber provocado el incendio al arrojar un coche en llamas a un barranco. El fuego ha afectado también a estados vecinos, con el humo extendiéndose a Oregón, donde se registran otros incendios importantes.

La crisis subraya el impacto del cambio climático, exacerbado por el uso de combustibles fósiles, que intensifica eventos meteorológicos extremos como olas de calor y sequías, creando condiciones ideales para la propagación de incendios.