Khalid Sheikh Mohammed, principal conspirador de los atentados del 11 de septiembre de 2001 perpetrados por Al Qaeda, ha aceptado declararse culpable, según informó el Departamento de Defensa el miércoles. Este acuerdo podría marcar el fin de un proceso judicial que ha sido largo y complicado, buscando justicia por uno de los eventos más devastadores en la historia reciente de Estados Unidos y Oriente Medio.

Sheikh Mohammed, junto con dos cómplices, Walid bin Attash y Mustafa al-Hawsawi, se espera que se declaren culpables la próxima semana ante la comisión militar en la prisión estadounidense de Guantánamo, Cuba. Los funcionarios del Pentágono se han mantenido en reserva sobre los términos específicos del acuerdo de culpabilidad. No obstante, el New York Times, citando a funcionarios no identificados, ha reportado que el acuerdo incluye una condición clave: evitar la pena de muerte.

Este acuerdo se produce más de 16 años después de que comenzara el proceso judicial de los acusados y más de 20 años después de los ataques que resultaron en casi 3,000 muertes y el inicio de guerras prolongadas en Oriente Medio.

Terry Strada, presidenta del grupo 9/11 Families United, se encontraba en una audiencia civil en un tribunal federal de Manhattan cuando se enteró del acuerdo de culpabilidad. Strada expresó su decepción, señalando que muchas familias, incluida ella misma, esperaban un juicio completo y castigo para los responsables.

«Personalmente, yo quería ver un juicio. Y simplemente me han quitado la justicia que esperaba», comentó Strada. «Eran cobardes cuando planearon el ataque. Y son cobardes hoy». Strada también subrayó que muchos familiares de las víctimas han fallecido esperando la resolución del caso.

Este acuerdo de culpabilidad representa un momento crucial en la búsqueda de justicia por los atentados del 11-S, aunque ha generado una respuesta mixta entre las familias de las víctimas y la comunidad en general.