En una reciente controversia en Izamal, Yucatán, cuatro mujeres y un hombre de la comisaría de Citilcum se vieron obligados a firmar una disculpa pública tras protestar contra las obras del Tren Maya. La protesta se desató debido a la reubicación de la escuela primaria de la comunidad, que quedó al otro lado de las vías del tren, creando un riesgo significativo para los estudiantes.

Los problemas comenzaron en mayo de 2024, cuando un grupo de padres de familia bloqueó las vías del Tren Maya en Citilcum. Los manifestantes exigían la reubicación de la escuela debido a que la construcción del tren dejó la escuela en una ubicación inaccesible para las familias, que ahora deben cruzar por un túnel aún no terminado, lo cual consideran inseguro.

“No estamos en contra del Tren Maya, sino de la inseguridad que enfrentan nuestros hijos al cruzar el túnel. Exigimos la reubicación de la escuela o la construcción de una nueva”, declaró un vecino al Diario de Yucatán.

Tras una reunión con militares y representantes de las obras, se llegó a un acuerdo preliminar que incluía la donación de un predio para la construcción de una nueva escuela, transporte escolar, patrullas para vigilar la seguridad en la entrada y salida de los alumnos, y la finalización del paso peatonal. Sin embargo, la situación escaló cuando la empresa detrás del Tren Maya presentó una denuncia penal ante la Fiscalía General de la República por obstrucción de las vías de comunicación federales.

Con el temor a enfrentar cargos penales, los involucrados aceptaron firmar disculpas públicas en la oficina del comisario municipal, Manuel Jesús Chan Rabell. Este acuerdo implicó que no se tomarían acciones legales adicionales contra ellos. La empresa Tren Maya reconoció que las preocupaciones de los residentes sobre la seguridad de la escuela eran válidas, pero insistió en que las protestas afectaron las operaciones del tren.

La situación subraya la tensión entre el desarrollo de grandes proyectos de infraestructura y las preocupaciones de las comunidades locales, especialmente cuando afectan aspectos críticos como la seguridad y la accesibilidad para los niños.