Edmundo González, líder opositor venezolano, ha firmado una carta en la que se autoproclama como «presidente electo de Venezuela». En su mensaje, González hace un llamado urgente a las Fuerzas Armadas y a la Policía para que se unan al pueblo y pongan fin a lo que él describe como una represión orquestada por el régimen de Nicolás Maduro.
La carta de González comienza con una convocatoria a «Venezolanos, ciudadanos militares y funcionarios policiales», y afirma que en las elecciones del 28 de julio obtuvo un contundente 67% de los votos, frente al 30% obtenido por Maduro.
González asegura que estos resultados han sido reconocidos por observadores internacionales y varios gobiernos, aunque el Consejo Nacional Electoral (CNE) los desestima.
El líder opositor critica a Maduro por no reconocer su derrota y por responder con una «ofensiva brutal» contra dirigentes democráticos, testigos electorales y ciudadanos, buscando ocultar la verdad y reprimir a los vencedores.
González insta a los militares y policías a posicionarse del lado del pueblo y sus familias, acusando al alto mando de alinearse con Maduro y sus intereses.
Venezolanos, ciudadanos militares y funcionarios policiales:
Nuestro mensaje en esta hora decisiva para el futuro de la República. pic.twitter.com/Z7GWTH7rKM
— Edmundo González (@EdmundoGU) August 5, 2024
La carta también menciona un informe del Centro Carter, que González describe como demoledor respecto a las condiciones y resultados de las elecciones, y señala que el plazo legal para la publicación de los resultados ya ha vencido.
González acusa a Maduro de dar un golpe de estado que contradice el orden constitucional y busca convertir a los militares y policías en cómplices.
El mensaje concluye con una afirmación de la victoria electoral de González y un llamado a su proclamación inmediata como presidente electo de Venezuela.
Las tensiones en el país siguen aumentando, con protestas intensificadas en las principales ciudades y enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad en Caracas.
El futuro de Venezuela permanece incierto, con una oposición que exige el reconocimiento de su victoria y un régimen que se niega a ceder, sumiendo al país en una profunda encrucijada.
