Los cuatro principales bancos de México prevén un aumento en el precio del dólar hacia el final de 2024, debido a factores como la posible reforma al Poder Judicial, el cambio de gobierno federal, el Paquete Económico 2025 y las elecciones en Estados Unidos.
Actualmente, el tipo de cambio se encuentra en 18.80 pesos por dólar, después de haber iniciado la semana en más de 20 pesos. Esto representa una ganancia semanal del 1.9% o 36 centavos, rompiendo una racha de tres semanas de pérdidas. A nivel de ventanilla, el dólar abrió en 19.35 pesos, 25 centavos menos que la semana pasada.
La apreciación reciente del peso se debe en parte a la disminución de temores de recesión en EE.UU., según analistas de Banorte, y a los datos positivos de producción industrial de julio, que superaron las expectativas del mercado. Sin embargo, la inflación en México subió al 5.6% en julio, su nivel más alto en 14 meses, sorprendiendo a los analistas que esperaban un 5.5%.
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El Banco de México (Banxico) sorprendió al recortar su principal tasa de interés de 11% a 10.75% el jueves, una medida que algunos expertos consideran arriesgada dada la situación inflacionaria. Alfredo Coutiño de Moody’s Analytics comentó que esta decisión parece inconsistente con el aumento en las expectativas de inflación y considera que podría reactivar el ciclo de recortes de tasas que había estado en pausa.
Una encuesta de CitiBanamex entre 33 instituciones reveló que BBVA, Banorte, Santander y CitiBanamex, que juntos manejan la mayoría de los activos bancarios en México, coinciden en que el peso se debilitará hacia finales de año. Banorte proyecta un tipo de cambio de 18.90 pesos por dólar, mientras que BBVA y Santander pronostican 19 pesos, y CitiBanamex es el más pesimista con una expectativa de 19.50 pesos por dólar.
A pesar de la posible depreciación, el peso ha sido una de las monedas más apreciadas en los últimos dos años, respaldado por la confianza en las finanzas públicas, la alta tasa de interés de Banxico, el crecimiento de las exportaciones, el récord de remesas y el turismo extranjero. Esta fortaleza cambiaria también ha sido impulsada por el nearshoring y el sólido saldo de reservas internacionales.