Fabiola Yañez, expareja del ex presidente de Argentina, Alberto Fernández presentó esta semana una denuncia formal contra Fernández, en la que se alegan actos de violencia de género. La prensa argentina ha reportado que se han encontrado mensajes que documentan las agresiones que supuestamente habría sufrido Yañez a manos del exmandatario. Estos mensajes fueron descubiertos durante una investigación del juez Julián Ercolini, que indaga en el teléfono celular de la secretaria privada del expresidente en un caso por presunta corrupción.

A raíz de la denuncia, la justicia ha dictado medidas cautelares que prohíben a Fernández salir del país y acercarse a Yañez.

 

¿Qué pasó?

Fabiola Yañez, quien actualmente reside en España con su hijo Francisco, fruto de su relación con Fernández, se comunicó con el juez Ercolini para presentar su denuncia penal. De acuerdo con su abogado, Juan Pablo Fioribello, Yañez expresó: «quiero denunciarlo por el delito de los golpes que he recibido de parte de él y por las amenazas que vengo sufriendo».

Yañez, de 43 años, y Fernández, de 65, mantuvieron una relación durante el mandato del ex presidente, en el cual ella ocupó el cargo de presidenta de la Fundación Banco Nación. A pesar de que no tuvo un papel destacado en los medios durante la presidencia de Fernández, había trabajado como periodista antes de asumir el rol de primera dama.

En respuesta a las acusaciones, el ex presidente emitió un comunicado en el que niega los cargos en su contra, afirmando que «la verdad de los hechos es otra» y que las imputaciones son «falsas» y «nunca sucedieron». Fernández también indicó que, por «la integridad» de sus hijos, de él mismo y de «la propia Fabiola», no realizará declaraciones a los medios, y que solo presentará «pruebas y testimonios que mostrarán lo que realmente ocurrió».

Este incidente no es el primer escándalo que involucra a la expareja presidencial. Ambos también fueron protagonistas de la controversia conocida como «la foto de Olivos», en la que se les vio participando en una celebración de cumpleaños durante un evento que violaba las restricciones de reunión impuestas por la pandemia de COVID-19.