Suecia ha registrado su primer caso fuera de África de la variante más peligrosa de mpox, también conocida como viruela del mono. El anuncio fue realizado este jueves 15 de agosto de 2024 por el ministro de Asuntos Sociales sueco, Jakob Forssmed, quien enfatizó que se toma la crisis «muy en serio». La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el miércoles que esta variante representa una «emergencia de salud pública de importancia internacional».

El paciente, un hombre que buscaba tratamiento en Estocolmo, fue diagnosticado con mpox causado por el clado I, una variante más contagiosa y peligrosa del virus. La Agencia Sueca de Salud Pública confirmó que se trata de la misma cepa que surgió en la República Democrática del Congo (RDC) en septiembre de 2023. El paciente se infectó durante una visita a una región de África donde hay un brote significativo de esta enfermedad.

El epidemiólogo Magnus Gisslen indicó que el paciente ha recibido tratamiento y debe seguir una serie de indicaciones médicas. «Suecia está preparada para diagnosticar, aislar y tratar a personas con mpox de manera segura», agregó la agencia en su comunicado.

A pesar de este caso, las autoridades subrayaron que el tratamiento de un paciente en Suecia no afecta el riesgo para la población en general. El Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) considera actualmente que el riesgo es «muy bajo».

En la República Democrática del Congo, principal foco de la enfermedad en África, se han reportado 548 muertes por mpox este año, con un total de 15,664 casos potenciales desde el inicio del año, según el ministro congoleño de Sanidad, Roger Kamba. La epidemia ha afectado a casi todas las provincias del país y ha registrado casos por primera vez en Burundi, Kenia, Ruanda y Uganda.

El mpox fue descubierto en humanos en 1970 en lo que hoy es la República Democrática del Congo. Esta enfermedad viral se propaga del animal al humano y también a través del contacto físico cercano con personas infectadas, provocando fiebre, dolores musculares y lesiones cutáneas. La tasa de mortalidad de la nueva variante se estima en un 3.6 por ciento, lo que genera preocupación entre las autoridades sanitarias.