El exjugador de la NFL, Cierre Wood, ha sido sentenciado a cadena perpetua con posibilidad de libertad condicional en 10 años por la muerte de La’Rayah Davis, la hija de cinco años de su novia. El trágico incidente ocurrió el 9 de abril de 2019 en Las Vegas, dejando una profunda conmoción en la comunidad y en la familia de la víctima.

La’Rayah murió en el apartamento de Wood en Nevada, presentando múltiples heridas traumáticas. La autopsia reveló un cuadro devastador: 20 costillas rotas, hemorragias internas, un hígado lacerado y contusiones en diversos tejidos. Estas lesiones apuntaban a un claro patrón de abuso.

Wood, quien estaba en una relación con la madre de La’Rayah, Amy Taylor, admitió haber usado métodos disciplinarios extremos, incluyendo ejercicios físicos intensos. Su carrera deportiva, una vez prometedora, terminó de manera abrupta tras una serie de lesiones y dificultades en la NFL y la Liga Canadiense de Fútbol (CFL).

En el juicio, Wood intentó justificar las lesiones diciendo que La’Rayah se había golpeado la cabeza durante ejercicios, pero su defensa no fue suficiente para evitar la condena. Además de la cadena perpetua, Wood recibió una condena adicional de entre 28 meses y 6 años por abuso infantil.

Amy Taylor también fue acusada de maltrato infantil y se declaró culpable en un acuerdo con la fiscalía. La muerte de La’Rayah Davis dejó una profunda tristeza en su padre biológico, Danaun Davis, quien lamentó la pérdida de su hija en circunstancias tan brutales.

Este caso resalta la gravedad del abuso infantil y la necesidad de una vigilancia estricta para proteger a los más vulnerables. La condena de Cierre Wood y la sentencia de Amy Taylor subrayan el compromiso de la justicia para abordar estos casos con seriedad.